Los montes y los espacios públicos ajardinados donde crecen distintas especies de coníferas vuelven a finales de invierno y principios de primavera a padecer plagas de orugas procesionarias, un insecto que, según los expertos, es una de las mayores amenazas para la masa forestal española.
El buen tiempo registrado este invierno y las altas temperaturas de las últimas semanas en la costa han ocasionado la aparición de estas molestas orugas, cuyo roce puede ser peligroso para los animales domésticos y para los más pequeños si las tocan.
El peligro que entraña este insecto para las personas y las mascotas ha llevado a la concejalía de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Motril a iniciar un plan de control contra la oruga procesionaria mediante la instalación de trampas consistentes en un collar que se ciñe al tronco del árbol y va equipado con una bajante conectada a una bolsa de plástico que contiene tierra de la zona y acícula de pino. Al descender por el tronco, las orugas se topan en su camino con el collar y son reconducidas hacia la bolsa. Finalmente, su instinto hace que se introduzcan voluntariamente en la bolsa de plástico para enterrarse e iniciar su metamorfosis.
“El peligro de la procesionaria del pino es que están recubiertas de unos pelillos afilados que son casi como dardos y se extienden por todo el cuerpo. Cuando se sienten amenazadas sueltan esas flechas que, al contacto la piel, pueden causar dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticaria”, ha comentado Gloria Chica.
“La concejalía de Parque y Jardines intenta con esta actuación atajar el problema en la medida de lo posible. Y para causar el menor impacto posible, se ha empleado un sistema de captura de la oruga mediante bolsas trampa que resulta mucho más eficaz que la simple fumigación y que, además, tiene un menor impacto ambiental sobre el entorno”, ha explicado la edil.
Chica ha subrayado que este mecanismo es completamente natural, no utilizando ningún tipo de químico, por lo que es inocua para personas y animales.
“Las bolsas están especialmente diseñadas para zonas verdes, parques públicos y áreas al aire libre donde se puedan encontrar pinos. Desde el pasado viernes se han instalado trampas cerca del Hospital Comarcal Santa Ana, en la Huerta de la Condesa y el Cerrillo y esperamos poder instalar más el alguna otra zona”, ha concluido la concejala de Parques y Jardines.
Por otra parte, la concejala de Parques y Jardines ha informado que el Ayuntamiento, “muy a su pesar”, ha decidido proceder a la tala de dos pinos en los Colegios Públicos Reina Fabiola y Francisco Mejías, donde a pesar de haber actuado estos años atrás tanto quitando las bolsas de esta oruga de forma manual, como instalando trampas, los días de viento en especial, surgían quejas por picaduras e irritaciones en la piel. “Esto ha llevado a los técnicos municipales a adoptar esta trágica medida a fin de evitar daños mayores en la población escolar”, ha concluido Gloria Chica.