Agentes de la Policía Nacional han detenido en Motril a dos varones de 21 y 24 años nacionales de Gambia y Costa de Marfil respectivamente, sin antecedentes policiales anteriores a los hechos, a los que se les atribuye la presunta autoría del tráfico ilegal e inmigración clandestina de personas.
La Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada en colaboración con la Brigada Central de Falsedades Documentales de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de Madrid y el Servicio Frontex, lograron identificar a los dos pateristas que se camuflaron entre los inmigrantes que viajaban a bordo de una patera que partió desde Marruecos y que fue rescatada por Salvamento Marítimo.
Los inmigrantes desembarcaron en el Puerto de Motril, siendo un total de 61 personas: 35 varones, 18 mujeres, 3 menores de edad y 5 bebés, de distintos orígenes pero mayoritariamente subsaharianos.
Las investigaciones se iniciaron con motivo de los datos recabados en las entrevistas de detección que se realizaron por parte del Servicio de Frontex así como de la Unidad contra las redes de inmigración y falsedades documentales conforme al Plan Policial contra la trata de seres humanos.
Igualmente, de vital importancia resultaron los datos que se recabaron en el proceso de atención por parte de ONG´s especializadas, así como en el proceso de identificación, reseña dactilar y fotográfica y registro de pertenencias.
De esta forma se pudo determinar la persona que pilotó la embarcación así como aquella que había empleado la brújula y las comunicaciones hasta la llegada de Salvamento Marítimo, momento en que se deshicieron de los efectos o instrumentos que podían delatarlos, haciéndose pasar por otros ocupantes más de las dos pateras. El objetivo de la persona que realizaba de enlace con la organización era llegar hasta aguas españolas, momento en que al quedarse sin cobertura tenía indicaciones de alertar a los servicios de rescate españoles.
Cada uno de los inmigrantes introducidos en España, habría pagado entre 2.000 y 3.000 euros por el viaje, en función de su origen. Algunos de los inmigrantes refirieron que por parte de la organización dedicada al tráfico ilegal de personas de la que los dos parteristas formaban parte presuntamente, hasta el día que zarparon hacía costas españolas, sufrieron vejaciones, amenazas y coacciones, ellos y sus familias, así como ausencia total de víveres. Igualmente durante el trayecto en patera fueron amenazadas con matarles si les delataban antes las autoridades una vez fueran ser rescatados.
Los detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.