“Hoy asistimos al certificado de defunción de la Playa de Poniente de Motril, debido a la actuación del Gobierno Central de manera unilateral, con nocturnidad y alevosía, sin ningún tipo de consenso con el Ayuntamiento de Motril que siempre ha dado multitud de alternativas”. Con estas palabras, la alcaldesa motrileña, Luisa María García Chamorro, condenaba enérgicamente la sorprendente e imprevista actuación de la Dirección General de Costas que está procediendo al cierre total de los accesos de las playas de Poniente y Cable, mediante muros de hormigón y piedra que impiden la entrada de los vehículos al interior de unas playas que, históricamente, han padecido un déficit enorme de zonas de aparcamiento.
García Chamorro anunció su firme voluntad de pedir explicaciones al Gobierno Central, al que ha señalado con el dedo como responsable directo “del mazazo a la industria turística y hotelera de la Playa de Poniente, además de impedir de manera escandalosa el acceso de los ciudadanos a su playa, a su playa de toda la vida”. “Entendemos que el tráfico dentro de la playa hay que eliminarlo o regularlo, pero no el acceso porque esto va a crear un problema de dimensiones colosales en la playa, incluido un peligro para la seguridad de los usuarios en caso de emergencia”. La alcaldesa ha vuelto a insistir en la grave responsabilidad del Gobierno Central, del ministerio de Medio Ambiente y de la Dirección General de Costas “que han hecho oídos sordos a las propuestas municipales de crear dos bolsas de aparcamiento dentro de la playa y, directamente, han procedido a blindarla”. Tal y como va a quedar la zona, con las barreras físicas que se están construyendo, “no se podrá acercar ni un solo coche no ya a acceder, sino a dejar a personas mayores. Lo que se está haciendo es construir un muro de la vergüenza”.
La alcaldesa ha sido muy contundente al protestar contra la actitud de la dirección general que se extiende al tema de los espigones: “no sabemos nada de nada y más después de que solicitásemos la declaración de la obra por emergencia, ni tampoco de la regeneración de las playas”. Luisa María García Chamorro ha extendido su denuncia hacia lo que está sufriendo la Playa del Cable, también cerrada ya con una extensión del muro de hormigón. Pero, además, la regidora ha expresado su indignación por lo que considera una traición al sector hostelero y principalmente el chiringuitero que verán sus instalaciones aisladas y sin accesos: “esa es la ayuda que les da el Gobierno Central en un momento tan malo para la economía”. De la misma forma, la primera edil ha pedido al principal partido de la oposición local, el PSOE de Motril, “que dé explicaciones a los vecinos de Motril y a los empresarios de la playa”, al tiempo que ha vuelto a pedir al Gobierno Central “que recapacite y se siente a dialogar con el Ayuntamiento de Motril, porque esto es una auténtica barbaridad”.
La situación que va a generar este cierre desembocará en una polémica inevitable y en el malestar ciudadano, según el teniente de alcalde de Urbanismo, Agricultura y Medio Ambiente, Antonio Escámez, quien ha pedido públicamente la dimisión del Director General de Costas: “Todo el trabajo que ha hecho el director, desde que llegó, ha sido hacer un muro de hormigón para que la gente no pueda llegar a la playa”, decía el teniente de alcalde quien se ha lamentado de actuaciones concretas y de mejora en un playa “olvidada e ignorada por el Gobierno Central, por lo que vamos a exigir que o cambie la situación o cambie el director, porque no podemos estar sometidos a las decisiones personales de nadie”. Antonio Escámez afirmó estar “harto de excusas sin sentido que lo único que suponen, a nuestro juicio, es un engaño”. El teniente de alcalde, además, ha denunciado “el cierre de las playas utilizando hormigón, sin plantearnos la más mínima alternativa y solución adaptada consensuada”.
Desde el Área de Turismo del Ayuntamiento de Motril, el teniente de alcalde José Lemos ha puesto de relieve el hecho de que “hoy se da un paso más en la historia de las actuaciones nefastas de la administración central en Motril”. Para Lemos, la playa necesita inversiones “que no son precisamente lo se está haciendo. Entendemos que la playa no es un sitio para que entren coches, pero nuestra playa no tiene las infraestructuras que aligeran el problema. Desde los años noventa, cuando se hizo un paseo barato, se hace una actuación vergonzosa”. Según el teniente de alcalde “seguiremos luchando por la playa que Motril se merece y no regatearemos esfuerzo alguno para ello”.
El desánimo ha llegado, igualmente, al sector de los chiringuitos. El presidente de su asociación, Francisco Trujillo, ha expresado la desolación de estos empresarios ante el problema que se les viene encima por el cierre de la playa a los vehículos: “Esta no es la solución para la playa de Motril, será el fin de muchos negocios y la zona perderá competitividad lo que la pondrá a la cola”. Para Trujillo, “Motril se merece una actuación decidida en su paseo marítimo, con aparcamiento y carril funcional; pero, por ahora, nos ahogan a todos”.