El portavoz de Andalucía Por Sí en el Ayuntamiento de Motril, David Martín, ha presentado la moción que con carácter generalista defenderá su formación política en el pleno convocado para este viernes.
Martín ha afirmado que la llamada tasa turística o ecotasa, habitual en diferentes ciudades europeas, es un impuesto autonómico aprobado por sus respectivos parlamentos que actualmente está en vigor exclusivamente en Cataluña e Islas Baleares y para 2024 en Valencia. Se trata de un tributo cuyos sujetos pasivos son los consumidores de servicios de alojamiento, el hecho imponible las pernoctaciones disfrutadas en función del tipo de alojamiento y con unas tarifas que oscilan entre uno y cuatro euros por persona y pernoctación.
La moción que AxSí ha registrado en las entidades en las que tiene representación aclara que “cierto es que las actuales circunstancias económicas mundiales y propias de Andalucía son complejas: inflación desbocada, precios energéticos en alza, subida de tipo de interés, incremento de los costes, paro estructural como problema crónico andaluz o la estacionalidad de algunas provincias. Una parte del sector piensa que la ecotasa turística podría, ante un año por delante lleno de incertidumbre, hacernos perder competitividad en un sector clave en la economía andaluza que suponen ingresos de más de diecisiete mil millones de euros, es decir, el 11,8% del PIB andaluz”.
El concejal andalucista ha expresado que “el objetivo del tributo es compensar los posibles perjuicios de un turismo masivo cuya recaudación por tanto debe revertir en inversiones sostenibles que cuiden del medioambiente y patrimonio de la zona afectada. Y este objetivo debe predominar finalmente pues el futuro de los territorios está en juego. En principio, con base en nuestros principios programáticos verdes y ecológicos en defensa del medio andaluz y los objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la Agenda 2030, consideramos positivo se estudie la implementación de una figura impositiva de esta naturaleza dada la masiva afluencia de turistas a nuestra tierra, más de veinte millones durante 2021”.
David Martín ha asegurado que hay municipios que multiplican su población, especialmente durante los meses de verano, “y se las ven y se las desean para que sus servicios públicos puedan estar a la altura de la experiencia de calidad que el turista espera del destino. Es obvio que el medio natural y patrimonial experimenta un creciente impacto y deterioro, incluso desde el punto de vista social y cultural, debido a la estancia intensa y concentrada en un periodo concreto de tiempo por parte de miles de consumidores”.
De esta manera, el legislador autonómico puede bien crear un nuevo impuesto que de manera indiscriminada afecte a todo aquel que se aloje en un establecimiento turístico en Andalucía y cuya recaudación es más difícil de controlar se dedique a los fines previstos, bien generar un marco legislativo fiscal, de consenso con el Ministerio de Hacienda en caso de que fuera necesario modificar la Ley Reguladora de Haciendas Locales, que permita a los ayuntamientos que quieran, crear mediante la oportuna ordenanza la figura impositiva en cuestión.
Esta segunda opción es interesante por un doble motivo: por una parte, el ayuntamiento como administración más cercana es la que mejor conoce la realidad de su municipio y por consiguiente la podrá implementar de forma más oportuna y acertada; por otra, se asegura que lo recaudado se quede en el municipio afectado en cuestión y se destine a acciones o proyectos ambientales y de recuperación patrimonial. En cualquier caso, si las actuales circunstancias económicas se mantienen cuando finalice todo el proceso legislativo necesario para que esté en vigor la ecotasa, igualmente se puede plantear un sistema transitorio y progresivo.