Tras el paréntesis del pasado año, este jueves 13 de enero Motril pudo asistir a la tradicional procesión de las imágenes de los copatronos de la ciudad, Nuestra Señora de la Cabeza Coronada y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Un ritual religioso y a la vez histórico que condujo la comitiva procesional desde la Iglesia Mayor al Santuario, donde el Nazareno bendeciría la población y los campos, tras la recogida de la Patrona de Motril. De allí, el cortejo retornaría, ya en solitario con la imagen de Jesús Nazareno, nuevamente hasta la Iglesia Mayor.
Antes del acto procesional, y bajo la organización de la hermandad patronal y la cofradía del Señor de Motril, se celebró la Función Principal en el Templo de La Encarnación, donde se daría lectura al Voto de la Ciudad de Motril, contado con la asistencia de la alcaldesa, Luisa María García Chamorro, y una amplia representación del Gobierno Municipal, oficializando así el rango de una cita religiosa que ha rebasado el devenir de los tiempos, desde que en el siglo XIX la ciudad se encomendase a las Sagradas Imágenes, con el deseo de ver cesados los terremotos que afectaron a la población, tanto en 1804 como en 1884.
La alcaldesa expresó, en el transcurso de la procesión, su deseo de que “Motril tenga siempre presente que las tradiciones tienen un origen, un motivo, por lo que siempre debemos hacer todo lo posible para mantenerlas y ensalzarlas”. Para García Chamorro “la conciencia de lo que fuimos y lo que hicimos no se puede diluir con el paso de las décadas, porque constituye una seña de identidad de la población y la procesión del 13 de enero lo es en toda su dimensión”.