Representantes de las asociaciones Esilen y Dirveripen leyeron un manifiesto escrito por Manuel Rivas mientras que la alcaldesa de Motril hizo una declaración institucional a favor de la inclusión
Motril ha celebrado el Día Internacional del Pueblo Gitano en un humilde acto en el que se ha reivindicado la igualdad y se ha pedido que se acabe con los prejuicios y la discriminación. Representantes de los grupos Esilen y Dirveripen, que trabajan en favor de la comunidad gitana, han leído el manifiesto de este día, que exige el reconocimiento del pueblo gitano “como parte sustancial de España y Europa que comparten el regalo de su cultura”.
“Hoy es un buen día para gritar en romanésDosta!, que significa: Ya basta! Es un buen día para seguir y recomenzar el camino. El Día Internacional del Pueblo Gitano es un día de compromiso para gitanos y gitanas y para las instituciones y la sociedad entera. Un buen día para acabar con la suspensión de las conciencias. Un buen día para limpiar las miradas de prejuicios. Un buen día para limpiar el lenguaje de mezquindades. Un buen día para poner freno, con una democracia efectiva, a las injusticias que suponen una derrota de la humanidad. Hoy es un buen día para que los derechos reconocidos puedan ser ejercidos. Los derechos del pueblo gitano, que son todos y cada uno de los derechos que como ciudadanos les corresponden”, argumenta el manifiesto.
El texto, leído con emoción y desde el corazón, afirma que “es inaceptable que se presente como normalidad un decorado de cartón piedra, la maleza social, el prejuicio, la discriminación, el estigma, la mancha de la injusticia”, y señala que es un buen día “para comprometerse en superar los obstáculos, para unirnos y compartir la bandera con la rueda de la esperanza”.
Por su parte, la alcaldesa de Motril, Flor Almón ha leído una declaración institucional en la cual el Consistorio se compromete a promover medidas para reducir la desigualdad, “especialmente en el ámbito educativo, tan importante para la igualdad de oportunidades de las futuras generaciones”.
“Tenemos la responsabilidad de combatir la imagen social negativa y estereotipada de la comunidad gitana, tan arraigada en nuestra sociedad, visibilizando la pluralidad y diversidad existente dentro del pueblo gitano. Y de favorecer la participación activa de gitanos y de gitanas en todos los ámbitos y espacios de nuestra sociedad, así como de luchar contra la discriminación, que limita el desarrollo personal y profesional de las gitanas y gitanos, atenta contra la dignidad de las personas y vulnera derechos fundamentales”, ha afirmado la alcaldesa .
“Hoy, 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, es una buena ocasión para visibilizar a la comunidad gitana y exigir su plena ciudadanía. Desde el Ayuntamiento lo celebramos junto a nuestros conciudadanos gitanos y gitanas, y pedimos al conjunto de la sociedad motrileña que se sume a esta conmemoración”, ha declarado Flor Almón.
El concejal de Servicios Sociales, Gregorio Morales, ha explicado que desde el Ayuntamiento se va a impulsar y revitalizar el tejido asociativo y la participación social de los gitanos y gitanas en los espacios municipales, “dándoles visibilidad y voz en nuestra sociedad”.
“Es importante para nosotros dedicar todos los recursos posibles y nuestro esfuerzo en temas de empleo, inclusión social, educación, salud, igualdad de trato y género, juventud o cultura”, ha declarado el edil, que ha añadido que a lo largo de la semana próxima se va a realizar una campaña de sensibilización dirigida a los niños y niñas de la Red Municipal de Ludotecas, “en la cual se trabajaran aspectos relacionados con la cultura gitana y difusión de sus tradiciones y símbolos representativos con el objetivo de mejorar la convivencia intercultural en nuestros barrios”.
Durante el acto se han recitado también poemas del Romancero Gitano de Federico García Lorca por parte de Alberto Feixas acompañado por Cristóbal Maldonado al piano.
Para acabar, Juan Escobedo al cante y Julio Cortés a la guitarra han interpretado el himno ‘Gelem gelem’, compuesto por el romá yugoslavo Jarro Jovanovic a partir de una canción popular gitana de los países de la Europa del este. Sus versos están inspirados en los gitanos que fueron recluidos en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Fue adoptado como himno en el Primer congreso Gitano, celebrado en Londres en 1971.
