Motril controla sus accesos para evitar la llegada de visitantes a las segundas residencias

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Desde esta mañana y durante todo el “puente” de Semana Santa, un amplio dispositivo desplegado por la Policía Local de Motril, en coordinación con la Policía Nacional, están controlando los principales accesos a las zonas turísticas, playa y casco urbano de Motril coincidiendo con la salida masiva de vehículos particulares que, desde esta mañana, se está produciendo en todo el país y que reproduce las bajadas, casi todos habitantes de otros puntos geografía nacional, que no solo están intentando aprovechar los fines de semana para desplazarse a la costa, sino que pretenden disfrutar de los días centrales de la semana santa en los apartamentos de las playas del municipio.

De nuevo, las fuerzas de orden público están siendo las custodias del sentido común y no se permitirán las llegadas que vayan más allá de los motivos justificados y tasados, con motivo del estado de alarma. De esta forma, y aunque los controles pueden realizarse en cualquier punto para evitar la picaresca de los conductores, sí se han establecido en puntos como la rotonda de entrada a Playa Granada y, en diferentes ubicaciones aleatorias, en el Camino del Pelaíllo.

La propia alcaldesa, que advierte que los controles están siendo “inflexibles” ya lo ha expresado por activa y por pasiva durante las últimas semanas: “estamos haciendo un esfuerzo sin precedentes por garantizar la seguridad y la salud de la población motrileña y no vamos a permitir un ejercicio de irresponsabilidad por parte de quienes no entienden que aquí no se puede venir, ahora, de vacaciones”. García Chamorro, que está siguiendo permanentemente el desarrollo del operativo, ha vuelto a poner como ejemplo la actitud de la población motrileña “que está encerrada en sus casas, mostrando su absoluta responsabilidad y muy consciente de que está en juego la salud y la vida de las personas si se contravienen las directrices de las autoridades”. Todo ello, además, tiene un efecto negativo en la propia moral de la ciudadanía motrileña “pues está más que justificado que la gente se sienta indignada si ven llegar visitantes que no respetan la orden de confinamiento y que provocarán, igualmente, problemas de saturación en las superficies y establecimientos de alimentación que están controlando, y muy bien, los aforos permitidos”.

Por último, Luisa María García Chamorro ha vuelto a apelar a un elemental sentido de la solidaridad de los visitantes, que siempre serán recibidos con los brazos abiertos “pero que ahora no es que no deban, sino que no pueden venir si queremos paralizar de una vez la expansión del coronavirus”.

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