En apenas dos horas se condensaron dieciséis años de emociones acumuladas por todas las promociones de alumnos que, en la ya casi mayoría de edad del centro asociado de la Uned de Motril, se han convertido en licenciados y graduados. De hecho, la ceremonia inaugural del curso académico 2016-17 fue escenario de una exaltación del mérito de los estudiantes unedianos para alcanzar la meta de avanzar en los cursos y conseguir una titulación que, en muchos casos, supone un cambio en la vida de muchas personas.
Esa lucha dice mucho del perfil medio del estudiante de la Uned, que en el caso del centro asociado de Motril se reflejaba perfectamente en el acto del pasado viernes: una gran mayoría de personas adultas que han de encajar su nueva vida universitaria en un contexto familiar y laboral que implica una alta dosis de renuncia y sacrificio del tiempo libre y de la vida social. Es, como dijo –o, mejor dicho, cantó- Miguel Ríos una aventura “a pleno pulmón” que es muy complicada de entender por el entorno personal de los estudiantes, pero que a estos les resulta la experiencia más gratificante de su vida. Y, en paralelo, la llegada masiva de estudiantes jóvenes que han encontrado, en este ámbito académico, una opción atractiva, cercana y abierta.
Prueba de ello, la casi veintena de alumnos que recibieron las bandas (becas) y diplomas acreditativos de superación de estudios universitarios (tanto graduados como licenciados) en representación del casi centenar de estudiantes que este año se han titulado en el centro de Motril. Una alta cifra que redondea otro dato ilustrativo: la Uned de Motril es la única de toda Andalucía y la séptima de España que continúa creciendo. Su director, José Antonio Ruiz Caballero, destacó el ímpetu que la Universidad de la Costa está dando a las nuevas tecnologías como soporte fundamental del crecimiento del centro: “esto supone una consolidación de la calidad y el servicio, con un objetivo humano muy claro, nuestros alumnos”. De hecho, según los datos aportados por la secretaria general del centro, Pilar Tello, lo ocurrido durante el curso pasado viene a poner de manifiesto que Motril está al frente del pelotón de cabeza de la Universidad a Distancia en todo el país, “se ha incrementado al máximo el uso de las nuevas tecnologías, es más –indica Tello- el 94% de las 300 tutorías impartidas el pasado año fueron emitidas on-line”. Datos que fueron puestos de manifiesto por el director del centro en el acto inaugural, al mismo tiempo que mostró su satisfacción por la consecución del premio por la responsabilidad social universitaria, otorgado por el Consejo Social de la Uned.
Esto no significará dar nada por hecho, sino que se va a continuar avanzando; “vamos a seguir apostando por la innovación”, decía Ruiz Caballero.
En cualquier caso, el alumnado responde con fuerza al estímulo potente de los nuevos medios, de la citada tecnología, pero también de la cercanía que irradia el centro asociado de Motril hacia la costa, la totalidad de la provincia e incluso las vecinas Málaga, Almería y Jaén. Y en ese marco académico cálido y envolvente, el rockero, músico, compositor y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada, Miguel Ríos, las tenía todas consigo para cautivar a un auditorio que parecía imposible de contener en una abarrotada Casa de la Palma…. “aprender es una tarea de por vida”, subrayaba el cantante al comienzo de una lección inaugural que tuvo mucho de personal, de sentimiento y de advertencia a las generaciones actuales y futuras, porque en un momento en el que “la gente solo piensa en sobrevivir, de llegar a lo básico, se crea un círculo vicioso que se agrava cuando se prima el embrutecimiento chusco de la sociedad”, decía el artista granadino más universal. Pero no hay que dar nada por perdido, indicaba, sino que alentó a la gente a seguir apostando personalmente por el aprendizaje y conocimiento, en cualquier edad y en cualquier condición social, “y en este marco, instituciones como la Uned son valiosas e imprescindibles”.
Eterna juventud
Miguel Ríos, que basó su conferencia en el aprendizaje como fuente de la eterna juventud, regaló al auditorio un recorrido emocional, artístico, cultural y humano culminado con el canto, a capella, de “a pleno pulmón”, simbolizando con ello la valentía de quienes han convertido la Uned en su medio personal para llegar a todos los horizontes.
Después, uno a uno, los alumnos recibieron los diplomas acreditativos, que otorga el Patronato de la Uned de Motril, como un gesto de extraordinario esfuerzo humano a quienes han culminado sus estudios. Psicología y Derecho siguen encabezando el ranking de carreras estudiadas, pero el abanico es tan amplio como atractivo para los que llegan ahora por primera vez a la Universidad a Distancia que, por cierto, puede recibir matriculaciones hasta este próximo día 8.
El tramo final de un acto brillante, de innegable sabor, color y textura académica, fue para las intervenciones de los responsables institucionales: la diputada de Igualdad y Juventud de la Diputación de Granada, Irene Justo Martín; el presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, Sergio García Alabarce, la presidenta de la Fundación Universitaria del Centro Asociado a la Uned de Motril y alcaldesa de la ciudad, Flor Almón Fernández. Todos ellos reflejaron en sus discursos el deseo de avanzar y prosperar de una significativa parte de la población, que no duda en entregar su tiempo y su esfuerzo para ampliar su horizonte personal y profesional, algo que revierte sin duda alguna en su entorno social.
En ello ahondó, por último, el vicerrector primero y de profesorado de la Uned, Ricardo Mairal Usón, quien declararía inaugurado el curso académico 2016-17, no sin antes lanzar una proclama intensa y profunda sobre “el valor del conocimiento cuando este es asumido por las personas como algo precioso”. El vicerrector felicitó a toda la comunidad académica motrileña por el nivel y la ambición de futuro de un centro que, una vez más, vivió su gran noche.
Y, también de nuevo, la coral Armiz pondría el mejor de los fondos posibles a un acto solemne que no puede entenderse sin la música.
Pero la noche se estiró mucho más, porque los familiares de los alumnos no quisieron perderse la ceremonia y porque, merecidamente, al personal de la Uned de Motril (tanto de dirección como secretaría, tutores, administración, biblioteca y un largo etcétera) les llovieron las felicitaciones por su trabajo y por el trato que siempre han dispensado a los alumnos, algo que puso de relieve la alcaldesa de Motril, Flor Almón, quien dio un tono espontáneo a su intervención para ensalzar ese trabajo de un gran equipo, a la altura de un gran proyecto consolidado pero en permanente expansión.
