Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía han censado 3034 aves acuáticas invernantes de 33 especies diferentes en 33 zonas húmedas de Granada, entre ellas la motrileña charca de Suárez. Se trata de ejemplares pertenecientes a familias de anátidas, garzas, chorlitos, cormoranes, fochas, entre otras.
El centro se ha realizado en espacios que van desde el embalse del Cubillas, a las Lagunas de Padul, pasando por la Reserva Natural Concertada Charca Suárez, el embalse de los Bermejales, e incluso por la Balsa de decantación de las minas de Ezcúzar, o las patanetas del Turro y Alhama de Granada.
Según la delegada de Medio Ambiente, Inmaculada Oria, el censo de este año pone de manifiesto la buena situación de la Focha Común con 784 ejemplares censados, seguida por el Cormorán grande con 483 ejemplares, datos que contrastan con la localización de un solo ejemplar de Martín pescador, Aguilucho lagunero o Porrón Pardo, especies estas últimas que se vigilará su evolución.
Los humedales de la provincia de Granada, por su localización como lugar de paso para las aves migratorias que se dirigen hacia latitudes más cálidas para pasar el invierno, son lugares propicios para la observación de aves por ser espacios de descanso en su larga ruta.
Para la Junta de Andalucía, la conservación de estos espacios es clave de ahí que desde la consejería de Medio Ambiente se lleve a cabo el Plan Andaluz de Humedales que fomenta el uso racional de estos espacios e integra los valores ecológicos, económicos, socioculturales y científicos que confluyen en ellos.