Son dos de los grandes exponentes de la devoción popular más auténtica y arraigada en Motril. Como tales, en torno a ella se ha desarrollado una historia de siglos y, sobre todo, una peculiar intrahistoria local que se ha engrandecido a través de las generaciones hasta el momento presente.
En el caso de la hermandad de Nuestra Señora de Las Angustias de Motril, única en la ciudad constituida con carácter parroquial, la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad a su Titular Mariana (realizada por el imaginero Domingo Sánchez Mesa tras la desaparición, durante la Guerra Civil, de la primitiva imagen) ha llegado en un momento dulce para dicha hermandad: la conmemoración de los 300 años de la construcción de la ermita, situada originariamente a las afueras de la población y engullida actualmente por el desarrollo urbano de la ciudad.
Hoy, la alcaldesa Luisa María García Chamorro ha recibido a una nutrida representación de la hermandad de Las Angustias, acompañada por varios miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Motril. García Chamorro ha referido a la relevancia de la historia de tres siglos de la hermandad: “y no sólo por esta conmemoración, sino por la importante labor social que este colectivo realiza durante todo el año”. La primera edil puso de relieve la vinculación emocional del barrio más grande de la ciudad hacia su Patrona, “además de la impresionante devoción que tiene tanto dentro de Motril como en el resto de la costa”. García Chamorro anunció que la imposición de la Medalla de Oro tendrá lugar durante la procesión extraordinaria que la hermandad organizará el próximo mes de mayo, con motivo de ese 300 aniversario, y que hará que se vivan momentos inéditos pero muy relacionados con las antiguas tradiciones y rituales en torno a la venerada imagen.
En este sentido, el hermano mayor Antonio Manuel García no ocultó la emoción de toda la hermandad tras la concesión de la medalla; algo que agradeció en la persona de la alcaldesa y toda la corporación municipal: “es todo un orgullo para nosotros; para la hermandad, la parroquia y el barrio”. García destacó la “devoción y alabanza” como los sentimientos populares que mejor coronan a la imagen mariana; al tiempo que dio las gracias al párroco Alberto Sedano por su implicación y dedicación hacia la hermandad. Recientemente, además, se ha acometido una importante labor de rehabilitación y restauración del altar mayor de la ermita y el camarín, junto con otras dependencias de la ermita, que además cuenta ya con un nuevo sistema de iluminación ornamental.
Devoción capuchina
Jornada, la de hoy, doblemente especial ya que la alcaldesa de Motril, Luisa María García Chamorro ha saludado a una representación de la Hermandad de la Divina Pastora de Motril, encabezada por su hermano mayor Victor Manuel Martínez; apenas unas pocas fechas después de la imposición de la Medalla de Oro de Motril a la venerada imagen capuchina en lo que resultó un acontecimiento multitudinario y de extraordinario calado popular. “Estamos hablando de historia viva de Motril, también de pasado y tradición, pero sobre todo de algo que está clavado en el corazón de la ciudad”, dijo la alcaldesa refiriéndose al clamor popular que ha rodeado a la Divina Pastora desde hace siglos. “Esta medalla es más que merecida, porque además lleva implícito un reconocimiento al trabajo que la hermandad está llevando a cabo en todos los campos”, dijo la alcaldesa.
Los hermanos mayores de ambas hermandades de gloria (ambas procesionan a sus imágenes titulares en el mes de octubre) firmaron en el libro de honor del Ayuntamiento de Motril y tuvieron ocasión, junto con el resto de miembros de las juntas de gobierno, tenientes de alcalde y concejales, de conversar y compartir los más inmediatos proyectos de las dos corporaciones religiosas.