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La única taxista de Motril se declara en huelga de hambre porque parte de sus compañeros no le dejan ejercer su profesión en el municipio. Marisol Bueno defiende que tiene la licencia número 27 concedida por el Ayuntamiento mientras que sus compañeros la obligan trabajar en Carchuna y Calahonda donde hay menos servicios.

Marisol Bueno afirma que sufre esta discriminación por ser mujer.

La taxista insiste en que sus compañeros la conminan a trabajar en la ELA. Esta situación la reclamó por la vía judicial ante el contencioso administrativo número 5 de Granada que falló en su contra y la tiene recurrida ante Supremo.

Marisol Bueno resalta que según la federación del Taxi de Andalucía su situación se podría arreglar con un decreto de alcaldía que no se firmó ni con la anterior corporación ni con la actual.

Por último, Marisol Bueno ha pedido tanto a las administraciones como a sus compañeros un trato igualitario.

 

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