La Plataforma por las Infraestructuras de la Costa Tropical ya ha comenzado la agenda prevista para los preparativos de la “gran manifestación” que reivindicará en Granada, una vez más, las canalizaciones del sistema Béznar-Rules, el proyecto que asegure las playas de la costa tropical mediante espigones, así como las conexiones ferroviarias, involucrando a toda la sociedad civil.
La primera misión era la de hacer partícipes a los medios de comunicación de “nuestra petición de ayuda, porque ellos son los que tienen en su voz y sus escritos la fuerza difusora que nosotros necesitamos”, afirmaba Jerónimo Salcedo, presidente de AECOST.
En la mesa principal, han estado presentes como representantes de la Plataforma: José Manuel Fernández (presidente de la Junta de usuarios de Río Verde, Seco y Jate) , Francisco Trujillo (presidente de la Asociación de Chiringuitos y Empresarios de Playas), Julio Rodríguez (residente de la Cámara de Comercio), Jerónimo Salcedo (presidente de AECOST), Fernando Moreno (presidente de la Comunidad General de regantes del Bajo Guadalfeo), Alfonso Zamora (gerente de ECOHAL), y Joaquín Rubio (gerente de la Cámara de Comercio de Granada)
A este desayuno con la prensa, celebrado en el Chiringuito el Espeto, en Playa de Poniente, también han asistido la presidenta de Mancomunidad, María José Sánchez, la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro y el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes, poniendo de manifiesto el apoyo a la reivindicación de la plataforma “por encima de colores políticos o ideologías, unidos por el futuro del sur granadino”.
Los convocantes han pedido a toda la sociedad, empresarios, asociaciones, cooperativas, ayuntamientos y vecinos, que acudan a la manifestación del 15 de diciembre en Granada, implicando a las instituciones municipales para se unan todos por el futuro de la Costa Tropical.
“La sociedad en general tiene que entender que este es un tema que nos afecta a todos, ya que todos en mayor o menor medida vivimos de los dos sectores económicos, turismo y agricultura, y de todas las empresas derivadas del sector servicios. Todos tienen que entender que la falta de estas infraestructuras está impidiendo el desarrollo de nuestra tierra, que empresarios y profesionales prosperen y se genere empleo para las generaciones actuales y futuras.
Todos han coincidido en destacar que la situación de los agricultores es “especialmente grave”, ya que los precios de la energía hace imposible a los regantes, agricultores y comercializadores asumir los elevados costes del riego de sus cultivos abocados a secarse. La situación en zonas como el Valle de Río Verde es aún peor porque se están salinizando los pozos y peligra el acuífero, “de ahí que todos debamos sentirnos afectados en mayor o menor medidas, si no por nosotros, por el futuro de nuestros hijos”, concluían.
