El presidente de la Diputación de Granada, Francisco Rodríguez, ha visitado la sede de la Mancomunidad de Municipios de la Costa Tropical, en la que ha sido recibido por su presidente, Rafael Caballero, y parte de su equipo de Gobierno.
Caballero ha propuesto, “habida cuenta de que el buen tiempo se prolonga desde antes del verano hasta después del mismo, que el balizamiento en las playas pase de los dos meses y medio de la actualidad a seis meses”.
Asimismo, el vicepresidente 2º de la Mancomunidad y alcalde de Torrenueva, Plácido Lara, ha pedido que, “como en Málaga, se habiliten unas calles náuticas exclusivas para nado”.
Además, durante la reunión, Rafael Caballero ha expuesto que, durante el gobierno anterior, en las ferias de turismo, “Granada capital, Sierra Nevada, La Alhambra e, incluso, los Montes Orientales de la provincia y las casas cueva, han tenido más protagonismo que la Costa Tropical, hasta el punto de que parecía que la provincia de Granada no tenía playa”.
En este sentido, el presidente del ente comarcal ha pedido al presidente de la Diputación que “la Costa Tropical tenga el lugar que merece en el turismo provincial” y se visualice en las cartelerías de las ferias y en las promociones que lleve a cabo dicha la institución.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Granada, Francisco Rodríguez, ha adelantado que “la diputada de Turismo, Marta Nievas, ya trabaja en acciones conjuntas con la Mancomunidad para la promoción turística de la Costa Tropical, por lo que tenemos muy en cuenta vuestra reivindicación histórica y estamos poniendo remedio”.
Rodríguez también ha manifestado que van a estudiar las nuevas propuestas de aumento del tiempo de balizamiento, junto con la ampliación del tiempo de vigilancia de playas, “ya que el periodo medio de baño, debido al buen tiempo, también se está incrementando”.
Para finalizar, ambas comitivas han visitado las estancias de la sede de la Mancomunidad, situada en la Casa Garach de la motrileña plaza de Francisco Javier de Burgos, máximo exponente de la arquitectura civil y residencial del siglo XIX en Motril, prueba fehaciente del historicismo ecléctico de la burguesía urbana y vestigio del esplendor de la industria azucarera de la época, que presenta rasgos característicos de la arquitectura neoclásica. Un edificio rehabilitado entre la propia Mancomunidad y el Ayuntamiento de Motril, que además alberga las oficinas de la empresa concesionaria del ciclo integral del agua, Aguas y Servicios.