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La Biblioteca Municipal José López Rubio se ha sumado al programa ‘Biblioteca Para Todos’ puesto en marcha por APROSMO para dotar a Motril de espacios de lectura accesible, lectura fácil, entre los que ya hay colegios, cafeterías, tiendas, peluquerías y edificios municipales como el de Servicios Sociales.

            La concejala de Educación, Mercedes Sánchez, junto con el director del Centro de Día de APROSMO, Francisco Javier Marqués, y Susana Rubiño, usuaria de APROSMO y una de las personas que forma el grupo que se encarga de evaluar la accesibilidad cognitiva de los distintos espacios que se van a adaptar, ha presentado este programa.

            Sánchez ha agradecido a APROSMO la iniciativa que “amablemente” cede al Ayuntamiento y ha destacado la importancia de este programa “para que nadie se quede sin la posibilidad de leer”.

            La concejala de Educación ha explicado que desde ahora, la Biblioteca Municipal José López Rubio es más accesible gracias a los pictogramas que indican los espacios donde hay libros de lectura fácil.

            “Además, hemos editado una guía de comunicación para facilitar la comprensión del uso de esta instalación pública, a la cual se ha dotado de 209 títulos con pictogramas y 41 placas indicativas con criterio de accesibilidad. También las fichas de la biblioteca se han adaptado para cualquier persona con  dificultad para leer, así todo el mundo podrá tener su carné”, ha informado Mercedes Sánchez.

            Francisco Javier Márquez ha explicado que esta actuación realizada en la Biblioteca Municipal de Motril forma parte del Plan de Accesibilidad Cognitiva de APROSMO para que todos los recursos que están en la comunidad estén disponibles para personas con discapacidad intelectual, con algún deterioro cognitivo o dificultades de comprensión lectora.

            “Pretendemos que cualquier espacio de la comunidad sea totalmente accesible y sea usado por todas las personas con las mismas garantías y condiciones para que haya una ciudadanía de pleno derecho”, ha argumentado Márquez, quien ha especificado que cuando un espacio se hace accesible se identifica en la puerta mediante una señal.

            “Así se sabe que este espacio está adaptado. En todos se hace de la misma manera: en primer lugar, se evalúa la accesibilidad cognitiva del espacio en sí, es decir, si una persona viene, entiende y sabe acceder al libro o dirigirse a la persona encargada. Esta ‘auditoría’ la hacen técnicos y usuarios de APROSMO formados para ello. Son ellos quienes estiman y sugieren las mejoras que hay que hacer en la biblioteca. Hacen un mapa adaptado de la estancia que se pone a la entrada, establecen las zonas infantiles, juveniles, adultos, el tipo de lectura que debe haber en las estanterías, etc. Y todo se hace con placas con apoyos visuales para que sean de fácil entendimiento para cualquier tipo de persona, es bueno para todo el mundo. Aparte, hemos hecho libros de comunicación para mejorar el uso del espacio. En ellos se explica fácilmente a los usuarios cómo hacer un préstamo, cómo acceder a los libros o a hacerse un carné. Están en información a disposición de cualquier persona”, ha comentado  el director del Centro de Día de APROSMO.

            APROSMO también ha facilitado a la Biblioteca Municipal José López Rubio un fondo de libros de lectura fácil con 209 títulos, entre ellos novelas como el Quijote o El Lazarillo pasando por lecturas juveniles e infantiles o guías de apoyo, que tienen una redacción sencilla y un lenguaje claro para que las personas con déficit de comprensión lectora puedan entenderlo disfrutarlo.

            “Lo importante es  ahora fomentar el uso de estos libros y crear clubes de lectura fácil para usar este recurso adecuadamente”, ha remarcado Francisco Javier Márquez.

            Finalmente Susana Rubiño, usuaria de APROSMO y desarrolladora del proyecto Bibliotecas Para Todos ha subrayado la importancia de esta iniciativa “para que todo el mundo pueda leer sin problemas de comprensión”.

            “La disposición de los pictogramas y los libros son buenos para nosotros y para todo el mundo: personas mayores, menores y hasta para los extranjeros, que se inician en el idioma. Los pictogramas nos permiten acceder a las lecturas de forma sencilla”, ha incidido Susana Rubiño, quien ha afirmado sentirse “orgullosa” de formar parte de una iniciativa que fomenta la accesibilidad universal.

            “Estoy contenta por poder leer sin problemas y ayudar a los demás a que lo hagan”, ha dicho Rubiño, quien ha desgranado el proceso para hacer las Bibliotecas Para Todos. “Nos hemos formado para ello y ahora somos capaces de realizar este trabajo. Desde el primer momento que llegamos que vamos a adaptar evaluamos lo que hace falta. Desde la entrada a la sala de lectura, nosotros nos damos cuenta de las necesidades del espacio que luego se adecúa para que todo el mundo pueda leer”, ha declarado Silvia Rubiño, quien ha concluido invitando a toda la ciudadanía “a disfrutar de la lectura”.