Lamentablemente, son muchas las actuaciones necesarias en la Costa de Granada para la efectiva reparación de las víctimas de la guerra, de la represión y de la dictadura franquista y, cuando se lleven a efecto, llegarán tarde, en muchos casos, para sus familiares y compañeros.
Son escasos los Lugares de Memoria y señalizaciones que recuerden a las víctimas de la guerra y la dictadura en la Comarca, a pesar de estar identificados y existir constatación de distintos episodios documentados de persecución, represión y tortura contra combatientes y opositores al régimen franquista en diferentes localidades durante el largo tiempo en que se extendió su dictadura.
Sin embargo, permanecen inalterables en pueblos, lugares y ciudades elementos contrarios a la memoria democrática como escudos, insignias, placas y objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realizan menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, y de las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista.
Entre muchos otros, en el patio central del cementerio municipal de Motril sigue en pie, en lugar destacado, una gran Cruz en recuerdo de los “caídos por Dios y por España”, con la correspondiente leyenda con todos los nombres de las personas recordadas.
También en el cementerio de Salobreña se erigen cruces que contenían este tipo de inscripción aunque el deterioro del paso del tiempo la hace casi ilegible.
Una cruz de menores dimensiones, también con una inscripción en recuerdo de las víctimas “caídas por Dios y por España” en la actualidad a medias borrada, se mantiene, igualmente, en los jardines de acceso al Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, patrona de Motril.
Contrasta la monumentalidad de estos elementos de recuerdo y homenaje a las víctimas del bando sublevado con el simbolismo de la modesta placa adosada a la tapia exterior del cementerio en recuerdo de las víctimas que defendieron la legalidad constitucional colocada por familiares y vecinos de Motril hace ya algunos años.
También se mantienen honores y distinciones públicas a dirigentes y jerarcas del régimen franquista, como la medalla de oro de la ciudad de Motril al dictador Francisco Franco, cuya Corporación municipal se niega a revocar. Además, en la capital de la Costa, permanecen denominaciones de calles y edificios públicos, como la calle Crucero Baleares, entre muchas otras, y de los centros de enseñanza Julio Rodríguez y Garvayo Dinelli.
A juicio de la Asociación 14 de Abril y conforme a la Ley, estos vestigios suponen un menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas del golpe de Estado, de la guerra o del franquismo y corresponde a las administraciones públicas su inmediata retirada.
A pesar de que existe una Ley desde 2007 que prohíbe los monumentos de exaltación de la dictadura, en España hay más de 5.700 vestigios del golpe militar, de la guerra a la que dio lugar y de la dictadura franquista 15 años después, apuntan desde el colectivo memorialista.
En este sentido, desde la Asociación 14 de Abril se exige a todas las instituciones democráticas locales, supramunicipales y provinciales un compromiso leal y sincero con el cumplimiento y aplicación de la nueva ley, de un modo especial con todo aquello que tiene que ver con el reconocimiento de las víctimas en la comarca de la Costa de Granada en su conjunto. “Es una cuestión de responsabilidad y de decencia democrática” ––afirman–.
Otro aspecto en el que es necesario actuar, según se sostiene desde la Asociación 14 de Abril, es el de la localización e identificación de los desaparecidos, la mayoría en fosas comunes, para dar respuesta a la legítima demanda de sus familiares que, aún hoy, ignoran su paradero, para poder darles digna sepultura y poner fin a la existencia de miles de desaparecidos en España, una situación que revictimiza a sus familias.
En este sentido, se reclaman actuaciones de localización de víctimas en las fosas de Salobreña, Otivar, La Herradura, Castell de Ferro y Motril, así como en las fosas de La Desbandá, en el entorno de Almuñécar.
La Asociación memorialista comparte la consideración de víctimas que contempla la Ley, que incluye a toda persona que haya sufrido consecuencias negativas por violaciones de las normas internacionales de derechos humanos durante el período que abarca el golpe de Estado de 1936 incluyendo el transcurrido hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978.
Se incluyen, de este modo, personas fallecidas o desaparecidas, privada de libertad o víctimas de torturas y malos tratos, trabajadores forzosos o internados en campos de concentración, exiliados, que padecieron represión económica con incautaciones, personas que fueron depuradas o represaliadas profesionalmente o personas que participaron en la guerrilla antifranquista, entre otros.
Por ello, la Asociación 14 de Abril sigue exigiendo el reconocimiento en sus pueblos y lugares de origen al valor y a la dignidad de los vecinos de la Costa que fueron internados en campos de concentración de la Alemanía Nazi y que en muchos casos perdieron sus vidas.
Según los datos oficiales, veintiún motrileños fueron confinados en campos de concentración junto a otros diecisiete vecinos de las poblaciones de Almuñécar, Jayena, Otivar, Salobreña, Los Guájares, Vélez de Benaudalla, Polopos y Albuñol. Diecisiete de ellos perdieron sus vidas en Mauthausen y en otros campos de exterminio nazi.
Únicamente Salobreña, en el edificio consistorial, y Almuñécar, en el paseo del Altillo, recuerdan a sus vecinos confinados en campos de concentración con dos sencillas placas de homenaje y reconocimiento a su valor y sacrificio. El Ayuntamiento de Motril, por su parte, sigue sin dar cumplimiento a un acuerdo plenario del año 2006 para que levante un sencillo monumento que recuerde a sus vecinos y repare su dignidad.
La Ley 20/2022 repudia y condena el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y la posterior dictadura franquista, en afirmación de los principios y valores democráticos y la dignidad de las víctimas. Se declara ilegal el régimen surgido de la contienda militar iniciada con dicho golpe militar y que, como consecuencia de las luchas de los movimientos sociales antifranquistas y de diferentes actores políticos, fue sustituido con la proclamación de un Estado Social y Democrático de Derecho a la entrada en vigor de la Constitución el 29 de diciembre de 1978, tras la Transición democrática.
La memoria de las víctimas del golpe de Estado, la Guerra de España y la dictadura franquista, su reconocimiento, reparación y dignificación, representan, por tanto, un inexcusable deber moral en la vida política y es signo de la calidad de la democracia.
El Gobierno de España homenajeará hoy, en un acto oficial que tendrá lugar en Madrid, a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la dictadura franquista con motivo del día que la recién aprobada Ley de Memoria Democrática establece para recordar a este colectivo,