El portavoz de la coalición, el edil Jose García Llorente, ha criticado con dureza la posición del gobierno local en el debate de la moción presentada por su formación para que se diera cumplimiento a la aplicación de la Ley de Memoria Democrática en nuestra ciudad.
Según Llorente, en el pleno del pasado viernes, “asistimos a un ejercicio de negacionismo y revisionismo histórico” por parte de las derechas totalmente inaceptable.
Se pretendía con la moción defender la aplicación de la Ley en Motril, donde aún permanecen inalterados numerosos elementos y simbología franquista en calles, edificios y otros espacios públicos. Todos lo sabemos. Los vemos a diario en nuestras calles.
Sin embargo, las derechas buscaron hacer un debate sobre Memoria Histórica para realizar un ejercicio de revisionismo histórico, negando lo evidente y tergiversando determinados hechos estudiados y aceptados por la investigación académica y la historiografía.
Durante el debate, el gobierno municipal declaró públicamente su negativa rotunda a aplicar medidas conforme a la Ley para proceder a la retirada de símbolos, monumentos, emblemas y denominaciones de vías públicas.
El equipo de gobierno también rechazaba con su mayoría, trasladar el contenido de la moción y los resultados de la votación a la Federación de Municipios y Provincias, al Ministerio de Política Territorial y a la Junta de Andalucía.
De este modo, “se suman a la ola reaccionaria” que alimenta el avance del fascismo a nivel global. Ponen en cuestión las libertades democráticas y los derechos sociales, económicos y laborales conquistados gracias a la lucha de las capas populares, de la clase trabajadora y de la sociedad civil, ha criticado Llorente.
Para Llorente, con este comportamiento el gobierno local compone un discurso muy peligroso en términos de compromiso con la democracia y con la convivencia.
Fue lamentable y quedó fuera de toda duda la defensa del régimen franquista y de sus ministros por parte del gobierno local. De su ideario y de sus “principios”.
Es necesario preguntarse si quienes defendieron el régimen franquista y votaron en contra de la moción (todos los concejales y concejales del PP y del partido de Escámez), están de acuerdo con que se persiga a las personas por su orientación sexual y se les aplique la ley de “peligrosidad social” que les llevaba a la cárcel durante el franquismo.
Si les parece bien a la alcaldesa y a la concejala de Igualdad que las mujeres no tengan derechos y deban contar con el permiso de sus padres o maridos para trabajar, viajar o tener una cuenta corriente en el banco.
Si les parece bien que se aplique a los/as homosexuales terapias de conversión sexual como defienden organizaciones creacionistas como la que estos días ha celebrado una cumbre en el senado de España con su apoyo y colaboración, como las que llevaba a cabo el psiquiatra Vallejo Nájera a las hijas y los hijos de los republicanos, buscando su “gen rojo”.
Llorente ha preguntado si el gobierno local y sus miembros quieren una sociedad sin igualdad entre hombres y mujeres, sin hombres que quieren a otros hombres ni mujeres que puedan querer a otras mujeres. Sin derecho a que las mujeres puedan decidir sobre su maternidad. Sin sindicatos ni partidos políticos. Sin posibilidad de elegir a nuestros representantes en las instituciones.
Porque eso fue el franquismo, eso exactamente es lo que defendieron en el pasado pleno municipal. Eso defendieron a ultranza y en voz bien alta el pasado viernes en el pleno el partido popular y el partido de la familia Escámez.
Las manifestaciones realizadas públicamente durante el pleno por los portavoces del PP y del PMAS “alientan interesadamente el negacionismo y cuestionan el sistema democrático de derechos y libertades”. Son propias de franquistas en lo político y de integristas en lo moral.
Entendemos que pueden suponer una “apología de la dictadura franquista” y de las actuaciones del régimen dictatorial que “sólo pretenden ocultar o justificar su carácter totalitario, sus crímenes, su corrupción y su crueldad demostrada”, utilizando un inventario de actuaciones positivas para la ciudad y para el país, que se llevaron a cabo durante los cuarenta años de la dictadura (pantanos, colonización, tierras…).
Pero, de este modo alientan una ola reaccionaria que amenaza los derechos básicos de las personas, de la ciudadanía en su conjunto, cuyo objetivo principal es la regresión de los derechos políticos y sociales.
No lo vamos a admitir. Vamos a hacer todo lo que legalmente esté de nuestra mano para impedirlo. Lo primero será dar a conocer esas manifestaciones a la Fiscalía.
No podemos permanecer en silencio. No lo vamos a hacer. Hay que poner “pie en pared” contra el fascismo que renace.
Ha sido mucho el horror y el sufrimiento que hemos tenido que padecer para vencer al fascismo para que ahora permitamos que se le aliente y se le jalee desde instituciones democráticas.
