El centro Santo Rosario se ha convertido en el primer colegio cardioprotegido de Motril, un esfuerzo colectivo que ha desarrollado toda la comunidad educativa para dar respuesta inmediata a situaciones de emergencia en las que sea necesario el uso de un desfibrilador. La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, junto a la teniente de alcalde de Educación, Débora Juárez, y miembros del equipo de Gobierno municipal han visitado hoy este centro educativo al que han querido felicitar por este gesto que contribuye a seguir construyendo un municipio cardioprotegido.
“Contar con un desfibrilador hoy en día puede ser un seguro de vida”, ha dicho la primera edil durante la visita al colegio, mostrando su satisfacción por el esfuerzo que se ha realizado desde el AMPA y el equipo directivo para contar con un desfibrilador y la formación necesaria para que el colegio se convierta en un espacio cardioprotegido. “Estamos muy orgullosos de este gesto que marca la diferencia”, destaca la alcaldesa, que ha agradecido “la sensibilidad mostrada por toda la comunidad educativa que lo ha hecho posible y que ha decidido invertir en este tipo de formación que puede salvar una vida, ya que los primeros minutos después de una parada cardiorrespiratoria son cruciales”, ha expresado García Chamorro.
En este sentido, la teniente de alcalde de Educación, Débora Juárez, ha reiterado su agradecimiento al centro y al esfuerzo y colaboración del AMPA, animando al resto de centros educativos “a formarse en primeros auxilios y contar con aparatos como estos en espacios concurridos para convertir a Motril en un punto seguro para toda la ciudadanía”.
Por su parte, el director del centro, Vicente Pérez, no ha tenido más que palabras de agradecimiento hacia el AMPA que no dudó en colaborar para hacer realidad esta necesidad que habían trasladado desde el centro. “Ojalá no tengamos que usarlo nunca, pero si ocurriera estamos preparados y formados para actuar de forma rápida en caso de emergencia”, ha dicho el director.
Tal y como ha explicado Marta Pérez, representante del AMPA, se trata de un proyecto importante “que puede suponer la vida o la muerte en caso de parada” y con el que cree que otros centros educativos se animarán a poner en marcha cuanto antes. Muy similares han sido las palabras de Pedro Cabrera, representante de Serviola, la empresa que se ha encargado de la formación que se ha impartido a representantes de cada una de las etapas del colegio, así como de la comunidad y personal de administración y servicios. “Allí donde hay una aglomeración importante de personas es importante poner en valor la cultura preventiva, por eso estamos muy agradecidos de que este colegio, al igual que en algunos institutos de Motril, muestre su preocupación para ser un espacio cardioprotegido”, ha subrayado Cabrera.