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El CEIP Francisco Mejías lleva a cabo acciones enmarcadas dentro de su Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres enfocadas a visibilizar y resaltar la figura de la mujer en la sociedad. Dentro de las diferentes actividades que desarrollan, han querido conmemorar tanto el Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, como el Día del Libro con un acto simbólico consistente en la plantación de un pequeño árbol llamado el Naranjo de la Igualdad en el patio del centro. Además, se ha leído un manifiesto en el que se reivindican sus valores y esfuerzo.

La edil de Educación, Mercedes Sánchez, junto al director del centro educativo, Manuel Puertas, miembros del AMPA y el alumnado, han plantado  este árbol como símbolo de la igualdad y de la educación sin diferencias. Sánchez ha afirmado que con esta iniciativa se fomenta el amor por la naturaleza y el cuidado del medioambiente, además de reivindicar la igualdad de género, visibilizando el importantísimo papel de las mujeres en la sociedad y en el mundo de las letras.

“Muchas mujeres, a lo largo de la historia, han escrito en muchas ocasiones bajo seudónimo o han quedado a la sombra de sus parejas, que se apropiaban de la autoría de sus obras. Por eso, este tipo de acciones son una manera de trabajar por la igualdad, de promover medidas para combatir y prevenir la violencia de género o la discriminación de la mujer en cualquier aspecto, siempre desde una vertiente coeducativa y lúdica”, ha indicado la edil de Educación, quien ha resaltado que los centros educativos de Motril están muy concienciados en esta lucha por la equidad, “y desde el Ayuntamiento trabajamos a su lado desde las diferentes áreas para asegurar una sociedad donde las niñas y niños tengan valores positivos de respeto y de convivencia”.

Por su parte, Manuel Puerta, director del CEIP Francisco Mejías, ha señalado que se ha pretendido ensalzar la figura de la mujer a los ojos del alumnado del centro. “Es cierto que las mujeres, a lo largo de la historia, han reivindicado su papel en la sociedad, consiguiendo el reconocimiento de la igualdad de derechos y oportunidades. Se han alcanzado muchos logros pero aún quedan mucho más por hacer: acabar con la brecha salarial, promover la conciliación familiar y acabar con la discriminación”, ha expresado.

Tras la plantación del Naranjo de la Igualdad, el director del centro ha hecho lectura de un manifiesto en donde se ha reivindicado su fuerza, algo que no se mide por los músculos, sino por la capacidad de resiliencia y resistencia que demuestran en determinadas ocasiones; su sensibilidad, no escondiéndose tras una coraza de fortaleza impuesta e irreal; o cómo se debería de decir de todas las personas, que a veces son fuertes, débiles, valientes, cobardes, ríen o lloran.

“Solo entonces, cuando esto se produzca, podremos decir que el sueño de la igualdad se ha completado”, ha aseverado para concluir Puerta.

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