David Martín afirma que Motril tiene más tenientes de alcalde que días de fiestas patronales

261
Publicidad

El portavoz de Andalucía Por Sí en el Ayuntamiento de Motril, David Martín, ha manifestado a los medios de comunicación que “el pasado jueves vimos en redes sociales lo que parecía un boceto del programa de las fiestas patronales de este año,  no hicimos ninguna valoración en redes sociales, hasta el siguiente día cuando el concejal de Fiestas, las presentó a la prensa, porque pensamos que era un documento de trabajo inicial y no el programa definitivo”.

Martín ha asegurado que “sin ofender a ninguno de los artistas contratados, creemos que estas fiestas sólo se salvarán por el estreno 80 años después, de la zarzuela que Federico Moreno Torroba dedicó a La Caramba, recordemos, que la organiza la asociación Aguaviva con el impulso de Antonio Peralta, también”.

El portavoz andalucista ha valorado que ni la alcaldesa está contenta con el programa, ya que “es capaz de inaugurar un metro de acera en obras o una tienda de ropa, pero no asistió a la presentación de las fiestas. Recordemos que la alcaldesa nunca tiene ningún acto público al que no asista como mínimo con diez personas, entre miembros del equipo de gobierno y cargos de confianza. Y para las últimas fiestas patronales que va a organizar este gobierno, y las primeras desde la pandemia, deja solo al concejal”.

“Luisa nuestra alcaldesa, roza lo absurdo cuando dice que no han gastado más en fiestas porque su prioridad es atender las demandas de las familias que precisan de los servicios sociales comunitarios para el día a día. Es usar al colectivo como escudo humano. No creemos que en Motril haya más necesidades que en Almuñécar, Salobreña o Torrenueva, en donde sí están celebrando conciertos de primer nivel, no solo en sus fiestas patronales, sino durante todo el verano”, ha declarado Martín.

El edil de AxSí afirma que “la alcaldesa presidenta del equipo de gobierno más caro y numeroso de la historia de este Ayuntamiento, dice que no han gastado más en la feria porque debido a la situación económica que vivimos hay muchas familias que requieren el apoyo de los servicios sociales. Eso parece que no lo piensa, cuando incorpora a dos concejales más a su equipo de gobierno que entre nóminas y seguros sociales suponen unos 65.000 euros al año. Sin contar los 43.000 que cobra del Ayuntamiento de Motril al año, la presidenta de la ELA… cuando en el gobierno anterior, su sueldo como es lógico lo pagaba la ELA. O la campaña de propaganda que pagaron todos los motrileños con las gestas heroicas de su mandato. Tenemos siete tenientes de alcalde, más que días de feria”.

Martín ha declarado que “no sabemos si cuando Luisa nuestra alcaldesa se pagó el abogado con dinero del grupo municipal, también lo hizo pensando en las familias más necesitadas del municipio”.

Desde Andalucía Por Sí entendemos que el fiasco de las fiestas patronales, es ante todo una falta de previsión, el Ayuntamiento había confiado en la segunda edición de Motril en Vivo y al anularse para llevárselo a Salobreña no han tenido tiempo para hacer ninguna contratación singular. Tampoco podemos olvidar, que la sombra de la anulación del concierto de Plácido Domingo sigue afectando a la venta anticipada de entradas en Motril, por las dificultades que este ayuntamiento les ha puesto para devolver el dinero de las entradas, recordemos que según el propio ayuntamiento, unas 800 de las 1.500 entradas que se habían vendido aún no se han devuelto.

Por último, Martín ha comentado que “no vamos a pedir ninguna dimisión, sólo vamos a recordar que por unas fiestas bastante más completas del gobierno de Flor Almón, Antonio Escámez pidió la cabeza del concejal de Fiestas, que sólo había tenido un mes para organizarlas y sin partida presupuestaria. Almón, accedió quitándole esa delegación, no sabemos qué le pedirán ahora a García Chamorro sus socios de gobierno”.

Artículo anteriorCrónica Semanal 6 agosto de 2022
Artículo siguienteEl PSOE denuncia que el programa de fiestas “no esté a la altura” de Motril y censura la “politización” del pregón