Los empresarios de la calle Comedias, una de las principales zonas comerciales del casco histórico de Motril, están al borde de la quiebra por culpa de unas obras que no tienen fin. Se trata de Escudero, Aula10 y Sarita Colonia Peruvian Bar, que forman parte de AC Motril, la asociación de comercio y hostelería del municipio costero. Estos establecimientos han visto cómo sus ingresos se han reducido en más del 50% desde que empezaron las obras el pasado 26 de julio, y cómo algunos han tenido que despedir a parte de su personal. Además, temen que esta situación les lleve al cierre definitivo, lo que supondría una pérdida irreparable para el comercio local y para el patrimonio histórico de Motril.
Los afectados explican que el 12 de julio, antes de que comenzaran las obras, se les convocó a una reunión informativa en la que se les aseguró que la calle estaría accesible y con facilidades para sus locales en unas tres semanas, y que la duración total de las obras no superaría un mes y medio. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Las obras se han ido alargando por diversos motivos, como la falta de material, que en algunos casos se ha extraviado o ha desaparecido misteriosamente, o la paralización durante la feria de Motril y las fiestas de El Ejido. Todo ello ha hecho que la calle se haya convertido en un auténtico infierno para los empresarios, que tienen que aguantar el ruido, el polvo, los cortes de luz y agua, y la ausencia de clientes.
«Estamos desesperados. No podemos seguir así. No tenemos clientes ni ingresos. Hemos tenido que despedir a varios trabajadores y no sabemos si podremos pagar el alquiler este mes. No entendemos cómo el ayuntamiento puede ser tan irresponsable e insensible con nuestra situación», dice Álvaro García, propietario del establecimiento Sarita Colonia Peruvian Bar y portavoz de los afectados.
Los propietarios de los establecimientos afectados por las obras afirman que han intentado comunicarse con el ayuntamiento en varias ocasiones, pero que no han obtenido ninguna respuesta satisfactoria ni ningún compromiso por parte del Área de Obras Públicas ni del Área de Comercio. Al contrario, lo único que les han dicho es que las obras podrían durar hasta finales de año, lo que sería un grave perjuicio para sus negocios, especialmente en plena temporada navideña. Los empresarios se sienten engañados y abandonados por el equipo de gobierno, encabezado por la alcaldesa Luisa García Chamorro.
Los negocios perjudicados denuncian la falta de implicación, competencia y capacidad de gestión del consistorio, que no ha sabido planificar ni ejecutar las obras con eficacia y eficiencia. Y critican que no se haya tenido en cuenta el impacto negativo de las obras en el comercio local, ni se haya adoptado medidas para minimizarlo o compensarlo. Además, reprochan que el ayuntamiento no haya sido transparente ni honesto sobre los plazos y las causas de los retrasos y lamentan que ningún gobernante haya mostrado sensibilidad ni solidaridad alguna hacia su situación, privando al sector comercial y hostelero de cualquier tipo de ayuda o apoyo.
Los propietarios de los negocios afectados por las obras exigen al ayuntamiento que cumpla con su responsabilidad y que acabe las obras lo antes posible. Asimismo, reclaman transparencia y honestidad sobre los plazos y las causas de los retrasos. Por último, solicitan una indemnización económica por los daños causados por las obras, así como medidas de apoyo y promoción para el comercio motrileño.
Los empresarios advierten que están dispuestos a movilizarse y a emprender acciones legales si no se atienden sus demandas. Esperan que esta nota de prensa sirva para visibilizar su problema y para concienciar tanto al ayuntamiento como a la ciudadanía sobre la importancia del comercio local para el desarrollo económico y social de Motril.
Según los datos del Registro Mercantil Central, en 2023 se han disuelto 26 empresas en Motril, lo que supone un aumento del 44% respecto al año anterior. Esta cifra es la más alta desde 2016, cuando se disolvieron 28 empresas. El sector más afectado ha sido el comercio al por menor, que ha perdido 12 empresas, seguido de la hostelería, que ha perdido 7.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE, el índice de comercio al por menor en Motril ha caído un 15% en el primer semestre de 2023, mientras que el índice de precios del sector servicios ha subido un 5%. La encuesta de gasto turístico (Egatur) del INE también muestra una disminución del 20% en el número de visitantes y del 25% en el gasto medio por persona en Motril en el mismo periodo.
La crisis del comercio y la hostelería en Motril tiene consecuencias dramáticas para los empresarios y sus familias, así como para los trabajadores y sus dependientes. Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el número de parados en Motril ha aumentado en 1.234 personas en el primer semestre de 2023, lo que supone un incremento del 12% respecto al mismo periodo del año anterior. El sector más afectado ha sido el comercio, que ha perdido 543 empleos, seguido de la hostelería, que ha perdido 321.
El comercio local contribuye al desarrollo económico y social de Motril, ya que genera riqueza, dinamiza el centro urbano y ofrece un servicio de calidad y cercanía a los consumidores. Además de formar parte del patrimonio histórico y cultural de Motril, ya que muchos de los establecimientos tienen una larga trayectoria y una identidad propia.
La incompetencia y falta de implicación e interés del consistorio, que no ha sabido gestionar ni apoyar al sector ante las dificultades que atraviesa, agrava la situación. El ayuntamiento no ha puesto en marcha ninguna medida específica para ayudar al comercio local durante las obras del casco histórico. Al contrario, ha incrementado la presión fiscal sobre los empresarios, ha reducido las ayudas públicas y ha dificultado el acceso al crédito. Además de no impulsar ninguna campaña de promoción ni fomento del consumo responsable.
Los propietarios y empleados de los negocios afectados por las obras de calle Comedias temen que si no se terminan pronto, se pierdan las oportunidades de negocio que supone el periodo navideño, cuando se incrementa el consumo y la actividad comercial. Según los datos de la Confederación Española de Comercio (CEC), el comercio minorista factura en diciembre un 20% más que en el resto de meses del año, lo que supone un 9% del total anual. Además, según los datos de la Federación Española de Hostelería (FEHR), la hostelería factura en diciembre un 15% más que en el resto de meses del año, lo que supone un 8% del total anual.
Los empresarios calculan que si las obras siguen sin terminar en diciembre, podrían perder hasta el 80% de sus ingresos mensuales, lo que supondría un golpe definitivo para sus negocios, que ya están al límite por la crisis y por las obras del casco histórico, y consideran que es inadmisible e intolerable que el ayuntamiento les prive de la posibilidad de recuperar parte de lo perdido en este año tan difícil, y que les condene a la ruina y al cierre.
«Si las obras no se terminan antes de diciembre, estamos muertos. La Navidad es nuestra última esperanza para salvar nuestros negocios. Hemos hecho una gran inversión para abrir este local, y no hemos podido recuperar prácticamente nada por culpa de las obras. Si no podemos trabajar en diciembre, tendremos que cerrar definitivamente», dice Álvaro García.
Las obras de regeneración del casco histórico de Motril cuentan con una subvención de 523.432 euros, financiada por los Fondos Europeos Feder y el Plan de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía 2016-2020. Sin embargo, esta subvención está condicionada a que las obras se terminen antes del 31 de diciembre de 2023, fecha límite para justificar el gasto ante la Unión Europea. Si las obras no se finalizan en ese plazo, el ayuntamiento podría perder la subvención y tener que devolver el dinero ya recibido, con el consiguiente perjuicio para las arcas municipales y para los contribuyentes motrileños.
Los empresarios afectados por las obras exigen al ayuntamiento que cumpla con el compromiso adquirido con la Junta de Andalucía y con la Unión Europea, y que agilice los trabajos para evitar perder la subvención. Asimismo, piden que se les informe sobre el estado real de las obras y sobre los motivos de los retrasos. Y advierten que si el ayuntamiento no es capaz de gestionar adecuadamente los fondos públicos destinados a mejorar la ciudad, debería asumir su responsabilidad política y dimitir.