El teniente de alcalde responsable del área de Urbanismo y Obras Públicas, Antonio Escámez, ha querido aclarar los últimos acontecimientos con respecto al derribo de la conocida casa Bermúdez de Castro, situada en la plaza de Los Jardinillos. Escámez ha subrayado que desde el área se lleva trabajando en este derribo desde hace nueve meses, tratando con los titulares del edificio diferentes soluciones con el objetivo de instar a los dueños a preservar este inmueble, “pero no se podía esperar más y, o se le daba la licencia como marca la ley o se caía en la prevaricación, y nunca vamos a ir en contra de lo que marca la legislación”.
“El problema es que al no estar aprobado el Plan Especial de Protección del Centro Histórico, nos hemos quedado sin herramientas para conservar otros inmuebles, ya que no están catalogados como Bien de Interés Cultural”, ha incidido el teniente de alcalde quien, a este respecto, ha añadido que en este Plan se incluye un catalogo de bienes patrimoniales a proteger que amplía al de 2003 y dentro del que se incluye este edificio y otros “pero no se puede aplicar porque no cuenta con el apoyo del Pleno y eso da lugar a situaciones como el derribo de la casa de la plaza de Los Jardinillos”.
Antonio Escámez ha hecho hincapié en que desde el equipo de Gobierno siempre se ha dado toda la información al resto de grupos políticos, “con y sin representación en el Pleno, al tejido económico-social de la ciudad y a los ciudadanos que se han acercado a conocer este Plan Especial”.
“No tenemos mayoría, no poseemos un rodillo con el que aprobar todo lo que presentamos, al revés, tenemos que llegar a acuerdos y consensuar con todos los partidos lo que es bueno para Motril”, ha dicho.
El teniente de alcalde ha adelantado que el Plan Especial de Protección del Centro Histórico se volverá a llevar al Pleno a finales del mes de mayo, “y ahí esperamos contar con los apoyos necesarios. Estamos en proceso de negociaciones con la oposición para poder sacar adelante este Plan y que no vuelva a suceder lo que ha ocurrido con la casa Bermúdez de Castro”.
Por otro lado, Antonio Escámez ha manifestado que “ciertos grupos políticos parecen tener amnesia olvidándose de todo” y esto provoca un desconocimiento total de las normas urbanísticas que “son las mismas para todos los ciudadanos”.
“Expusimos el Plan Especial de Protección del Centro Histórico, a todos los grupos políticos y fue retirado del Pleno Municipal de febrero ya que, al parecer, ir en contra del equipo de Gobierno es la tónica. El PP presentó una moción que hizo que IU se uniera al sentir de los comerciantes, como si no supieran que esto iba a suceder. Al pedir ambos grupos que se dejara este Plan sobre la mesa se ha dado esta situación”, ha afirmado el responsable de Urbanismo y Obras Públicas.
El teniente de alcalde ha criticado a IU por atacar al equipo de Gobierno acusándolo de no hacer nada para conservar el edificio y, a este respecto, ha recordado que el Ayuntamiento está obligado a dar las licencias de derribo o construcción a quienes cumplan las condiciones porque de no ser así se incurre en un delito de prevaricación ya que “no queremos que vuelva a suceder como el en caso de Domingo Jiménez, al que se le denegó el permiso para la instalación de una cementera en Varadero por lo que el Consistorio está pagando religiosamente una multa de 1,5 millones de euros”.
Urbanismo ha hecho todo lo posible por conservarlo
De otro lado, el jefe del área de Urbanismo y Obras Públicas, Juan Fernando Pérez, ha declarado que desde la concejalía se ha luchado mucho “por salvar no sólo esta casa sino otras muchas de Motril”.
“En este caso en concreto, se solicita la licencia de demolición en julio del año pasado debido al mal estado del techo y por las quejas de ciudadanos ante la caída de cascotes en la calle Carrera. Ante esta situación, la familia propietaria del edificio decide solicitar derribar la casa, ya que no tiene uso y no puede mantener su conservación. A partir de ahí, se ha trabajado estrechamente con ellos, buscando líneas de fondos europeos para su rehabilitación (cosa que no ha sido posible), inversiones que lo convirtiesen en un hotel con encanto de veinte habitaciones. Incluso se elaboró un boceto que justificase la viabilidad del mismo”, ha revelado Juan Fernando Pérez quien ha señalado que el jarro de agua fría llega en febrero, “cuando se deja el Plan Especial en el cajón, momento en que los propietarios aceleran el proceso de derribo”.
“Con este derribo se ha demostrado que teníamos razón. El Plan Especial de Protección del Centro Histórico se elaboró para poner en valor el espacio público de las principales calles y plazas, y reivindicar su pasado mediante la recuperación de elementos históricos y potenciar los aspectos sociales y comerciales de la ciudad pero, sobre todo, se hizo con la vista puesta en que se estaban demoliendo las pocas casas con cierto valor histórico que quedan en Motril. Desapareció la situada en la Plaza de la Trinidad, otra en la Rambla del Manjón así como en la calle Nueva. Desde Urbanismo y Obras Públicas nos pusimos manos a la obra para redactar este documento y que protegiese los inmuebles que quedan pero, desgraciadamente, una mala interpretación de este Plan ha hecho que se quede en el cajón”, ha enunciado Pérez.
Por último, el jefe del área de Urbanismo y Obras Públicas ha revelado que hay un catálogo de bienes inmuebles protegidos del año 2003, “donde no están todas las casas que deberían estar pero ese documento se puede ampliar bien mediante este Plan o llevando esa ampliación de forma urgente a Pleno”.