Telemotril

Una escultura en homenaje a los trabajadores del cultivo del azúcar preside la entrada al Camino de las Cañas

Motril rinde homenaje a una de sus tradiciones más arraigadas, la del azúcar, con la inauguración, en la plaza de San Sebastián de la escultura dedicada a los acarreadores de caña. El Ayuntamiento ha reformado esta rotonda, que da entrada a la calle Camino de Las Cañas para dar un sentido homenaje a las miles de familias motrileñas con vinculación directa o indirecta con la caña de azúcar, y especialmente a los trabajadores que durante años mantuvieron la industria azucarera, pilar fundamental de la economía y la cultura motrileña.

            El grupo escultórico, denominado Acarreto Camino de Las Cañas es obra del escultor granadino Francisco Javier Galán y supone, en palabras de la alcaldesa de Motril, Flor Almón, y el teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Antonio Escámez, un reconocimiento a los trabajadores de la caña de azúcar y una representación de los acarretos de cañas, conformados por arrieros y mulos o burros cargados de cañas, que cruzaban la ciudad de Motril por el hoy denominado Camino de las Cañas, de donde tomó su nombre.

            Almón y Escámez, a quien acompañaban los tenientes de alcalde Francisco Sánchez-Cantalejo, María Ángeles Escámez, y el concejal Miguel Ángel Muñoz, además de otros miembros de la Corporación, han asegurado que la intención del equipo de Gobierno es introducir en las actuaciones de urbanización o regeneración de espacios públicos de la ciudad, y en la medida de lo posible, elementos representativos de la cultura y la historia motrileña “para que se recuerden, se difundan y perduren en el tiempo como señas de identidad de Motril”.

            “Hemos cumplido nuestro objetivo y le hemos dado a nuestra agricultura y a nuestros agricultores el homenaje que se merecían. Esta escultura representa unos valores de nuestra ciudad que no queremos que se olviden”, ha afirmado el teniente de alcalde y concejal de urbanismo, Antonio Escámez.

            Escámez ha querido remarcar el lugar donde se encuentra la escultura, en la plaza San Sebastián junto a la entrada de la calle Camino de las Cañas, lugar de paso de los arrieros de la caña hace muchos años. “Se lo debíamos”.

            Por su parte, la alcaldesa de Motril, Flor Almón, ha dicho estar encantada con esta escultura, “al igual que muchos otros motrileños y motrileñas al pasar por dicha rotonda y verla”.            “Llevamos años pidiendo una escultura de este tipo porque los motrileños y motrileñas quieren que se recuerde nuestro pasado con la caña de azúcar, que fue durante siglos nuestro sostén económico y la que convirtió a Motril en capital de Comarca” ha comentado la alcaldesa, que ha recordado cómo cuando era una niña, veía a los arrieros subir por la calle Camino de las Cañas. “Es historia de Motril y tenemos la obligación de crear reconocimientos de este tipo”.

            Flor Almón y Antonio Escámez han querido agradecer a Francisco Foche su trabajo y dedicación para que los motrileños puedan disfrutar de esta escultura de bronce “que representa a los antepasados de muchos motrileños y motrileñas”.

            Por último, la alcaldesa ha querido recalcar que, desde el Ayuntamiento, se quiere trabajar en otras esculturas dedicadas a trabajadores de Motril que se dedicaron, entre otras actividades, a la mar, “otro sector de nuestra tierra que ha sido un motor para la economía y con el que mucha gente se siente identificado”.

            La remodelación de la rotonda y el grupo escultórico ha tenido un presupuesto total de 60.000 euros que han sido financiados por la Junta de Compensación de la Unidad de Ejecución UE MOT12 con cargo a las obras suplementarias impuestas por el PGOU actualmente en ejecución. La escultura ha sido realizada por la empresa de fundición Arte en Bronce Moliné Segovia SL, afincada en Atarfe.

            El conjunto escultural ha cuidado también la jardinería, poniendo elementos vegetales vinculados con la actividad (cañas de azúcar) e incluso la estética de la obra tiene un pavimento que imita el adoquinado antiguo de Motril.

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