La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, y la teniente de alcalde de Educación, Débora Juárez, han inaugurado esta mañana en el Colegio Público Garbayo Dinelli el inicio de un curso escolar atípico con nuevas normas sanitarias, de seguridad y de higiene marcadas por la COVID-19 y en el que el alumnado motrileño regresa a las aulas después de casi medio año sin ir al ‘cole’ de forma presencial. García Chamorro ha resaltado la importancia de esta jornada inaugural del curso escolar en la que la afluencia a los centros ha sido masiva, sin que se haya hecho realidad el temor a que las familias optaran por no llevar a los niños al colegio.
La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, se ha mostrado “orgullosa” de los equipos directivos, cuerpo de profesores y personal de los centros educativos de Motril por su implicación para poner en marcha todos los protocolos de seguridad que garanticen el bienestar del alumnado y la tranquilidad de los padres y madres, “que hoy dejan dentro de los colegios lo mejor de sus casas”. La primera edil motrileña ha asegurado que debe constituir “un orgullo” para los docentes y para ella misma “la confianza” que evidencia la gran cantidad de alumnos que han acudido hoy a las puertas de los colegios de Motril, una escena que se ha repetido en todos los centros escolares y barrios del municipio.
La alcaldesa ha destacado “la ilusión” con la que los estudiantes han retomado las clases después de que los centros hayan permanecido cerrados desde el pasado mes de marzo y “la confianza en las instituciones” de sus progenitores, que saben que “sus hijos están en muy buenas manos y van a estar bien en los colegios”. García Chamorro ha mostrado igualmente su “alegría” por ver “las puertas de los colegios llenas de niños que vienen a retomar otra vez las clases que se dejaron en marzo por causa de la pandemia”.
La teniente de alcalde de Educación, Débora Juárez, se ha sumado al agradecimiento de la alcaldesa a los padres y madres, a los propios alumnos y a los equipos docentes por su “gran labor” y la “buena organización” que han demostrado el primer día de clase de los ciclos de Infantil y Primaria. Juárez se ha comprometido a hacer un seguimiento de las medidas de prevención y seguridad a lo largo de todo el curso escolar a través de la comisión creada al efecto a iniciativa del Consejo Escolar Municipal y del Ayuntamiento de Motril y ha querido dar la enhorabuena a los responsables de todos los colegios de la ciudad por perfecta preparación de los protocolos.
La directora del Colegio Público Garvayo Dinelli, Florentina Fernández, ha señalado que el cuerpo docente y el personal de este centro presta atención a un total de 672 alumnos de Infantil y Primaria, por lo que el inicio del curso se ha presentado con “mucho trabajo a nivel de organización” e “incertidumbre”, aunque también con “emoción e ilusión a la vista de lo que está ocurriendo esta mañana, porque los padres están confiando en nosotros”. Fernández ha asegurado que el centro mantiene un protocolo COVID, de acuerdo con las instrucciones dictadas por la Junta de Andalucía el pasado 6 de julio, y se han implantado dispositivos higiénico-sanitarias en las entradas al colegio para garantizar la seguridad de los escolares.
Una labor pedagócia para “nuevos tiempos”
Florentina Fernández ha añadido también que la labor pedagógica “no va a ser igual que la de siempre”, ya que “tendremos que adaptarnos a los nuevos ritmos y a los nuevos tiempos”, sin olvidar el aprendizaje en educación telemática que supuso el periodo de confinamiento. La directora del CP Garvayo Dinelli ha agradecido al Ayuntamiento su apuesta por los docentes y el alumnado motrileño, por “estar siempre a la altura” y por su “diligencia” para responder a las necesidades de los centros escolares del municipio, en materia de limpieza, provisión de material y señalización e higienización de los espacios externos a los colegios.
El coordinador COVID de este centro, Juange Díaz, ha explicado que la preparación e implantación del protocolo se ha realizado a lo largo de todo el verano, con un “trabajo arduo y complicado” debido a las dimensiones del Garvayo Dinelli. El protocolo establece una entrada escalonada del alumnado en las dos primeras jornadas lectivas a través de las diferentes puertas de entrada del centro, donde se tomará la temperatura a los niños y se procederá a la limpieza de manos con gel hidroalchólico y de calzado en felpudos desinfectantes.
Una vez dentro del centro, se han diseñado recorridos pre-establecidos, normas para el uso de los baños y de recreo, sectorizados y con horarios escalonados. El colegio también cuenta con un sanitario de referencia asignado al centro. “Sabíamos que los niños iban a responder perfectamente”, porque “se acostumbran antes que nosotros”, ha concluido Díaz, quien ha querido asegurar a los padres en representación del cuerpo de maestros que “vamos a hacer todo lo posible para que el colegio sea seguro, porque, por ahora, lo es”.