La fábrica de papel de Motril no se entendería sin la existencia del puerto, a donde llegan los barcos con la materia prima que más tarde se transforma en sus instalaciones del Camino de la Vía. El papel y la pasta de madera es una de las habituales en la estadística portuaria de tráficos, llegando a representar cerca del 10% de la mercancía de tipo general que, por ejemplo, el año pasado movió el Puerto de Motril, mientras que en la última década se ha importado 1,2 millones de toneladas. En ese periodo, el 2008 fue el mejor de la serie con 140.400 toneladas. La desestiba de esta mercancía siempre requiere de una “compleja y minuciosa operativa”, lo mismo que la maniobra de atraque de los buques que la importan desde Sudamérica y países escandinavos, sobre todo por sus dimensiones.
Esta semana, sin ir más lejos, llegaba al muelle de las Azucenas el barco Finch Arrow, consignado por Motril Shipping, con 210 metros de eslora y 11,8 de calado para descargar las 5.500 toneladas de pasta de papel que traía alojadas en sus bodegas. Se convierte así en la cuarta mayor eslora que ha atracado en la dársena granadina, solo superada por el crucero New Amsterdam (285 metros), el buque ro-ro Dong-A-Gloucos (232) y el Banasol (225).
En los cinco primeros meses del año se han movido 26.500 toneladas de papel y pasta de madera por el Puerto de Motril. Su presidente, José García Fuentes ha puesto en valor esta mercancía por “el volumen de empleo que genera, tanto en el muelle, cuando llegan los buques, como en el transporte hasta las naves de almacenamiento para su posterior traslado para su procesado y transformación en la fábrica, en la que trabajan más de 300 personas”.
Torraspapel, con una capacidad productiva de 203.000 toneladas al año, forma parte del Grupo LECTA, compañía europea líder en la fabricación y distribución de papeles especiales para etiquetas y embalaje flexible, papel estucado y no estucado para edición e impresiones comerciales, y otros soportes de impresión de alto valor añadido.