Con motivo del Día Internacional del Holocausto, acordado por Naciones Unidas para rendir homenaje a todas las personas que murieron en los campos de concentración, que se conmemora el día 27 de enero, la Asociación 14 de Abril ha recordado los nombres y las historias de los motrileños y vecinos de la Costa que dejaron sus vidas en esos campos del horror y ha reclamado, nuevamente, a las instituciones que su memoria no quede enterrada en el olvido.
En Europa, son tratados como héroes, tienen calles con sus nombres, se les rinde homenajes y cuentan con reconocimientos públicos, pero en su tierra se les sepulta en el olvido, señalan desde la Asociación 14 de Abril, que lleva años promoviendo un homenaje a los motrileños muertos en Mauthausen.
En su mayoría eran republicanos que habían cruzado la frontera francesa en los últimos meses de la Guerra de España y que pasaron a formar parte del Ejército francés o se integraron en la Resistencia para combatir del lado de los aliados contra el ejército nazi, contribuyendo de manera decisiva a su derrota final.
Refugiados que fueron confinados en más de una veintena de campos por todo el suroeste francés, de los Pirineos orientales a los Pirineos atlánticos, para salir, después, miles de ellos, durante los cuatro años de guerra mundial, para batirse en todos los frentes donde lucharon las tropas francesas y aliadas, en Francia, Noruega, Gabón, Libia, Egipto, Siria, el Líbano, Túnez o Alemania. Según la base de datos Españoles deportados a campos de concentración nazis, del Gobierno de España, 4.427 españoles murieron en estos campos. De ellos, 167 eran granadinos y 38 eran vecinos de la Costa de Granada.
Para la Asociación memorialista, esta falta de reconocimiento constituye una indiferencia dolorosa hacia unos vecinos que dejaron sus vidas lejos de su tierra, perseguidos y muertos por defender los valores democráticos.
En este sentido, reclaman al Ayuntamiento de Motril, la instalación del sencillo monumento que acordó en 2006 el pleno de la Corporación para rescatar la dignidad de sus vecinos muertos y, de este modo, honrar su memoria.
A pesar de que se trata de un acuerdo plenario de la Corporación para levantar un sencillo monumento, que iría ubicado en la plaza de San Sebastián en la zona verde que antecede a la Casa de La Palma, la iniciativa ha sido enterrada en el olvido por los sucesivos gobiernos municipales.