Izquierda Unida ha criticado el espíritu viajero de los principales responsables municipales que, en las últimas semanas, han viajado a Madrid, Tánger y Berlín para acudir a diferentes eventos de carácter promocional y, sin embargo, no han tenido tiempo para desplazarse a la carretera de la celulosa, a las instalaciones de Mercomotril, para apoyar a las trabajadoras en su lucha por la defensa de sus empleos.
Para Izquierda Unida, Flor Almón y Antonio Escámez son merecedores del reconocimiento a los motrileños más viajeros, a la vista de su intensa actividad durante las últimas semanas. Unos viajes que les ha permitido ausentarse de sus puestos de responsabilidad en la ciudad y, de ese modo, escurrir el bulto para no tener que dar la cara ante los múltiples problemas que su gestión está causando a la ciudadanía.
Mientras que los principales responsables municipales han estado de viaje, las trabajadoras de Mercomotril siguen su lucha por la defensa de sus empleos, víctimas de una operación especulativa empresarial sin que ningún miembro del equipo local haya sido capaz, hasta el momento, de establecer contacto con los responsables de las empresas para mediar en la resolución de conflicto, a pesar de que mientras que Berlín está a 2.757 kilómetros, entre el Ayuntamiento y el Merco solo hay 3,2 kilómetros (10 minutos en coche o 32 minutos caminando).
Mientras que Almón y su séquito están en tránsito entre Tánger y Berlín, a las trabajadoras y trabajadores de la residencia Santa Amelia se les impide volver a sus puestos de trabajo después de 21 meses de Expediente de Regulación Temporal de Empleo y las trabajadoras de Claros siguen sin cobrar sus salarios.
Durante estos días en que buena parte del equipo municipal ha estado ausente, se han publicado los datos del paro en nuestra ciudad: 6.198 personas inscritas en el INEM (3.266 mujeres y 2.932 hombres) y el Área de Empleo que gestionan los Escámez sigue sin informar con transparencia de cómo se están llevando a cabo las contrataciones de jóvenes y mayores de 30 años subvencionadas por la Junta de Andalucía.
Almón y Escámez viajan, y Motril vuelve a quedarse sin cine comercial por la incompetencia manifiesta de nuestros gestores municipales.
Izquierda Unida siente vergüenza e indignación ante la situación a la que los gobernantes municipales están llevando a Motril. Motril no avanza. Motril se queda atrás y Almón y su equipo rechazan contar con el Grupo Municipal de Izquierda Unida para sacar adelante unos presupuestos que respondan a las necesidades de la mayoría ciudadana. Prefieren aplicar las políticas de derechas del Partido Popular con las graves consecuencias que ello tiene para el desarrollo de nuestra ciudad y para la administración municipal y sus trabajadores y trabajadoras.
Izquierda Unida está convencida de que se pueden llevar a cabo políticas de progreso a través de una gestión eficaz de los asuntos municipales, con un proyecto de ciudad que permita que Motril avance, crezca, se modernice y sea un lugar para vivir y trabajar dignamente. Solo se necesita voluntad y determinación política. Y desprenderse del peaje que supone gobernar con los hermanos Escámez.