Desde IU-Equo se comparte la percepción de buena parte de la ciudadanía motrileña en el sentido de que en plazas como las del Tranvía, las Palmeras, los Jardinillos, las Explanadas y otras plazas y vías de la ciudad se está produciendo una evidente ocupación excesiva de la vía pública que dificulta, en muchos casos el tránsito peatonal y la convivencia vecinal, que no se debe permitir.
Entiende, en consecuencia, que es necesario y urgente encontrar un “equilibrio entre la instalación de terrazas de veladores por parte de los negocios de hostelería y la utilización y el disfrute del espacio público por parte de la ciudadanía”, el bienestar de los vecinos y la salud medioambiental.
Para ello, considera que es preciso llevar a cabo de manera urgente, la actualización de la Ordenanza reguladora de la instalación y funcionamiento de las terrazas de veladores y reforzar y mejorar el servicio de Inspección y vigilancia con objeto de cumplir y hacer cumplir con lo determinado en la ordenanza.
La portavoz de IU-Equo, Inma Omiste, señala que la ordenanza reguladora debe “hacer compatible la instalación de terrazas de veladores con el derecho al ocio y esparcimiento”, estableciendo límites máximos de ocupación que eviten la saturación en determinadas localizaciones y estableciendo condiciones y criterios generales estéticos y de diseño del mobiliario de las terrazas.
Para garantizar la viabilidad de la aplicación de dicha ordenanza —en opinión de la portavoz de IU-Equo— se debe contar, para su elaboración e implantación, con la participación del sector hostelero.
Inma Omiste ha informado que su Grupo defenderá esta propuesta en el próximo pleno municipal, que tendrá lugar el próximo viernes, día 28, con la confianza de contar con el apoyo de la mayoría de la Corporación para poder llevarla a cabo sin mayores dilaciones.
Desde la formación de izquierdas se sostiene que la “desmedida ocupación de las plazas y calles por las terrazas de bares y restaurantes” está expulsando de estos espacios públicos a los niños y a las niñas, que no pueden utilizarlas para sus juegos infantiles y a los vecinos/as que solo quieren pasear sin estar obligados a consumir en las terrazas para disfrutar de un espacio que les debería pertenecer.
Esta invasión exagerada tiene, asimismo, consecuencias negativas en las condiciones básicas de accesibilidad, afectando de una manera especial a las personas con movilidad reducida que ven restringido en muchas ocasiones su acceso y utilización de esos espacios públicos.
Otras consecuencias de esta indeseable situación tiene que ver con el derecho a la salud y al descanso que, en determinadas localizaciones de la ciudad se ve gravemente alterado por la concentración de grupos numerosos de personas que lo dificultan cuando los vecinos están en sus domicilios.
Esta circunstancia afecta, de un modo especial, desde hace tiempo, a los vecinos de las Explanadas, donde se ubican numerosos locales de copas y que es utilizado como lugar de encuentro y reunión por grupos numerosos de personas jóvenes.
Inma Omiste ha afirmado que la responsabilidad en encontrar una solución no puede recaer en los propietarios de los negocios, sino en la administración municipal que es quien debe establecer los criterios de ocupación de los espacios públicos y velar por su cumplimiento.