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Investigadores del Instituto del Agua de la Universidad de Granada realizan un muestreo en las lagunas de la Charca de Suárez dentro del proyecto ‘METAS’

La Charca de Suárez vuelve a convertirse en objeto de estudio científico gracias a su gran biodiversidad y su importancia como uno de los humedales más importantes de la zona oriental de Andalucía. El teniente de alcalde y responsable del área de Medio Ambiente, Antonio Escámez, ha informado que un grupo de investigadores procedentes del Instituto del Agua de la Universidad de Granada ha escogido las lagunas de la Reserva Natural para realizar un muestreo dentro del proyecto ‘METAS’ (Metabolismo de los Ecosistemas Acuáticos del Sur de la Península Ibérica: Nuevos Equilibrios frente al Cambio Global).

            Antonio Escámez ha explicado que el estudio está subvencionado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación).

            “Este proyecto tiene como fin analizar los efectos de diferentes factores de estrés relacionados con el cambio climático global. Entre ellos se pueden encontrar el incremento de la concentración de CO2, la radiación ultravioleta, la entrada de nutrientes a través del transporte de aerosoles de origen sahariano y la temperatura sobre la biodiversidad de ecosistemas sensibles a cambios”, ha indicado Escámez.

El doctorando de la UGR Gerardo Guerrero obtiene una muestra del sedimento de la charca de las Aneas.

            El teniente alcalde responsable del área de Medio Ambiente, ha especificado que este proyecto realizará una medición regional de análisis de los efectos de estrés sobre el funcionamiento de ecosistemas acuáticos mediterráneos.

            El análisis se realizará en cuatro de las lagunas de la Charca de Suárez y recogerá muestras de agua utilizando botellas de 6 litros tipo ‘Niskin’ y la incubación de cuatro botellas transparentes durante cuatro horas y una oscura de 40 mililitros que servirán para evaluar el crecimiento de las algas.

            También se utilizará una toma de 20 mililitros de agua para analizar la abundancia y actividad bacteriana y un litro de agua para nutrientes inorgánicos y orgánicos en la columna de agua.

Análisis de las muestras obtenidas en la reserva natural concertada.

            Antonio Escámez ha resaltado la importancia de este proyecto de investigación  para tomar conciencia del medio natural. “El impacto humano es cada vez más visible en los diferentes ecosistemas, y las consecuencias del paso del hombre por ellos a veces son desastrosas. Por ello, tenemos que saber qué cambios estamos provocando y qué podemos hacer para evitar que influyan en las diferentes zonas”, ha manifestado.

            Por último, Escámez ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que sea consciente del cambio climático y los cambios globales que se están llevando a cabo por la acción humana, “ya que día tras día son más evidentes y no podemos mirar para otro lado”.

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