El Puerto de Motril es una ventana abierta al mundo y a la generación de economía y empleo como lo demuestran las relaciones comerciales establecidas con diferentes puertos y países. Solo el año pasado, por los muelles de la dársena motrileña pasaron mercancías con destino o procedentes de 106 puertos de lugares tan dispares como Brasil, Dinamarca, Egipto, Chile, EEUU, China y Ghana, entre otros, a donde se exportaron o importaron productos como eólicos, abonos o mineral de yeso. Este 2023, y hasta la fecha, la cifra se asemeja a 2022.
Son relaciones comerciales a través del transporte marítimo conocido con las siglas TRAMP y cuyos barcos transportan mercancías fraccionadas que no tienen que ceñirse a un determinado programa de itinerario entre los distintos puertos del mundo, sino que se rigen por el mercado de cargas. También está el transporte regular, en el caso del Puerto de Motril a través de las líneas marítimas con Melilla, Nador, Alhucemas y Tánger-Med con mercancías destinadas al textil, automoción y construcción.
De las relaciones comerciales establecidas se comprueba que los puertos de la fachada atlántica que conectan con Europa hacen con la dársena motrileña tráficos compartidos. No ocurre lo mismo con los del Mediterráneo, donde Motril es origen y destino de las mercancías.
Sostenibilidad
Dentro de la política de sostenibilidad medioambiental que rige la gestión de la Autoridad Portuaria, su presidente, José García Fuentes, ha señalado “la estrategia para potenciar el transporte marítimo de corta distancia (Short Sea Shipping) con los principales puertos de Alemania, Francia Italia, tal y como aconseja la Unión Europea en su agenda 2030”. Ahí también se incluyen los españoles, como Algeciras, Tarragona o Gijón.