La Autoridad Portuaria de Motril ha recuperado la gestión de la terminal marítima de pasajeros, hasta ahora concesionada a naviera Armas, porque proyecta su ampliación futura para poder instalar un sistema de escaleras mecánicas que den acceso a la planta superior del edificio y hacerla más operativa. Mientras se preparan y desarrollan los proyectos necesarios, el puerto va a ejecutar una estructura provisional, adosada a la cara de levante del actual edificio, para que los pasajeros de las líneas marítimas regulares puedan subir a la planta alta mediante una rampa y medios mecánicos elevadores, como un ascensor.
El hecho de asumir nuevamente la gestión de la terminal va a permitir al puerto atraer nuevas navieras (en la actualidad operan en sus instalaciones Armas Trasmediterránea y Balearia) y ampliar mercados. Además, se establecería un único punto de control fronterizo para mercancías y pasajeros.
“Es una decisión con la se simplifican los trámites aduaneros y de extranjería, se mejoran las instalaciones en general y, sobre todo, las que afectan a la segunda planta, hasta ahora inoperativa, al tiempo que logramos impulsar la competitividad del puerto”, ha señalado el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes.
Además de la gestión de la terminal de pasajeros, la Autoridad Portuaria recupera los 9.941 metros cuadrados de superficie terrestre y los 7.458 metros cuadrados de la lámina de agua del muelle Costa que tenía concesionados la entidad Terminales Marítimas Armas. Respecto a la concesión en el muelle de Levante, naviera Armas reduce su superficie terrestre de 9.941 metros cuadrados actuales a 2.901 mientras que la superficie de lámina de agua pasa de 7.458 metros cuadrados a 5.717.
En virtud del reajuste de la superficie concesional, Terminales Marítimas Armas se compromete a transportar 55.000 pasajeros y 17.750 vehículos al año. Está naviera opera en la actualidad las conexiones marítimas con Nador y Alhucemas.
Antonio Armas Fernández
El Puerto de Motril acuerda que la terminal de pasajeros pase a denominarse ‘Antonio Armas Fernández’, en recuerdo al que fuese presidente de la naviera Armas Trasmediterránea, fallecido en marzo del año pasado. La propuesta, elevada al consejo de administración de la Autoridad Portuaria, se justifica “por ser un empresario que siempre creyó en el potencial del Puerto de Motril, poniendo en funcionamiento la primera conexión marítima regular con Melilla y posteriormente con el norte de Marruecos”, ha argumentado José García Fuentes para la defensa de la propuesta. En la actualidad, Armas Transmediterránea gestiona las líneas regulares que conectan el Puerto de Motril con Nador y Alhucemas. Precisamente, Antonio Armas consiguió abrir el puerto de Alhucemas al tráfico comercial, tanto de pasajeros como mercancías.
Los números avalan la decisión del consejo de administración ya que más de 1,7 millones de pasajeros y 1,7 millones de mercancías han embarcado en los buques que la naviera Armas puso en servicio durante los siete años que estuvo al frente de la línea marítima con la ciudad autónoma (Julio 2011-julio 2018). En 2021 fue declarada de Servicio Público.
La terminal de pasajeros que pasará a denominarse ‘Antonio Armas Fernández’ tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. En su construcción, que tuvo un importe de 909.000 euros, se empleó el sistema denominado Elesdopa, o Elemento estructural de doble pared de hormigón armado. Este sistema está patentado por arquitectos de Granada y elimina de la sección de hormigón la parte del mismo que no trabaja. Se trata de un sistema formado por dos paramentos de hormigón armado de hasta ocho centímetros que genera un armazón ahuecado para forjados o fachadas. Dicho espacio, aligera el peso estructural y, además, se puede aprovechar para habilitar instalaciones eléctricas y optimiza el aislamiento térmico de los inmuebles, cuya eficiencia energética consigue un relevante ahorro económico.
Hijo de Antonio Armas Curbelo, fundador de la naviera, tomó el relevo al frente de la misma en 1968 y fue pionero en 1973 en la introducción de los buques tipo roll-on en el tráfico interinsular canario.