La concejala socialista Dalmira Jiménez ha denunciado hoy la falta de sensibilidad del equipo de gobierno del Partido Popular con los vecinos de la calle Santísimo, que llevan más de dos meses soportando malos olores y plagas de insectos por la ubicación de unos contenedores de basura situados a escasos metro y medio de las puertas y ventanas de sus viviendas.
Jiménez ha recordado que el pasado 17 de junio el Ayuntamiento decidió cambiar la ubicación de dichos contenedores, lo que ha convertido el verano en un auténtico calvario para las familias de estas casas de planta baja, “muchas de ellas habitadas por personas mayores, que ni siquiera han podido abrir las ventanas ni sentarse a la fresca debido al hedor y a la acumulación de residuos”.
“Estos vecinos han presentado quejas formales al Ayuntamiento, pero no han recibido respuesta alguna. Solo a finales de julio, y tras salir el problema en prensa, el concejal responsable anunció que se estaba estudiando una reubicación a corto plazo. Sin embargo, estamos a finales de agosto y los contenedores siguen en el mismo sitio”, ha subrayado Jiménez.
La edil socialista ha insistido en que este asunto no requiere grandes estudios técnicos, sino voluntad política y empatía, ya que existen soluciones sencillas: volver a colocar los contenedores en su ubicación original, aplicar el sistema que se utiliza en otros barrios (trasladándolos de noche a una vía principal para su vaciado y devolviéndolos después), o estudiar la implantación del modelo “quita y pon” que funciona con éxito en el centro de Motril.
“Lo que no puede ser es que por la inacción del PP estos vecinos se vean privados de un derecho tan básico como disfrutar de sus casas en verano. El señor Hernández debería pasearse cualquier mañana por la calle Santísimo y comprobar él mismo que es imposible convivir con esta situación”, ha señalado.
Finalmente, Jiménez ha exigido al equipo de gobierno que actúe de inmediato y reubique los contenedores, porque “los vecinos de la calle Santísimo tienen los mismos derechos que cualquier otro vecino de Motril”.