Ha pasado medio siglo, algunas generaciones, muchos reemplazos, mandos y sobre todo personas que han ido dejando su estela. “Y es así que el recuerdo permanece y las vivencias las podemos rememorar una y mil veces en viejas fotos, casi todas ellas al pie de las dos gigantescas esferas de las que pudo presumir Motril durante varias décadas, coronando el cerro del Conjuro”. Con estas palabras, la alcaldesa Luisa María García Chamorro dibujaba el vínculo no sólo físico, sino emocional que ha tenido para la ciudad la implantación en la misma del emblemático escuadrón del Ejército del Aire. Y lo ha hecho con motivo de la presentación de los actos que, a lo largo de los próximos meses, se realizan para conmemorar un hito histórico en el municipio “que hizo cambiar el curso de los acontecimientos de nuestra ciudad”, rubricó la primera edil.
Corría 1971 cuando el antiguo Escuadrón de Alerta y Control número 6 se instaló en el término municipal para ir completando la red de vigilancia y control del espacio aéreo español, iniciada con fuerza en los años 60. En el 76 adquirió su actual denominación y en los años 80 se completó el control civil y el sistema de defensa, mejorándose todas las instalaciones a lo largo de la década siguiente. A lo largo de todo este tiempo, recordaba la alcaldesa, “el El EVA9 no ha descansado nunca. La mayor infraestructura militar del Ejército del Áire, en el sur de la Península Ibérica, ha sido la garantía de la seguridad aérea de millones de habitantes y el testigo de no pocos momentos de tensión militar en el Mar Mediterráneo”.
García Chamorro no quiso pasar por alto una auténtica prueba de fuego para los militares, poco tiempo después de instalarse en Motril: “les llegaría muy pronto la ocasión de demostrar que estarían dispuestos a acudir a la menor llamada de auxilio que les hiciese la historia” Y esa llegó el 19 de octubre de 1973, cuando la capacidad del escuadrón se puso a prueba durante la catástrofe que destruyó el pueblo marinero de La Rábita, en la mayor tragedia que recuerda la Costa de Granada en toda su historia. “El personal de Aviación estuvo a la altura durante aquella desgracia y la ciudad de Motril se lo supo reconocer abriendo los brazos a los cientos de militares y sus respectivas familias que comenzaron a llegar en esos años, tantos que hubo de edificarse la colonia de viviendas que cierra el norte del casco urbano, incrementando el censo del Motril de la época y contribuyendo -de manera nada despreciable- a dinamizar la vida económica local”. De hecho, a la inyección que supuso para el propio comercio de la zona se unió la contratación de personal laboral; al tiempo que las instalaciones militares se desdoblaban en el acuartelamiento de la zona de los Álamos y el Conjuro.
“Eso sí, lo que fue todo un revulsivo… y de esto pueden dar fe muchas familias de Motril, es que los jóvenes motrileños pudieran hacer el servicio militar en su propia ciudad. Lo que contribuyó a la plena identificación de Motril con el EVA 9. Y tantos, tantos años después, nuestra ciudad se muestra orgullosa de los símbolos que la identifican como punto estratégico nacional del Ejército del Aire: la principal fuente de la ciudad, el simbólico y entrañable avión Saeta (ahora en plena restauración) o el espectacular Festival Aéreo. Y habrá más, os lo puedo asegurar”, rubricaba la primera autoridad municipal.
El Gobierno de Motril está en la línea de mantener ese vínculo lo más estrecho posible. El teniente de alcalde de Turismo, José Lemos Perea, aludió a “ese lazo existente entre el escuadrón y los motrileños que nos unió no solo durante la mili, sino para toda la vida”, de la misma forma que la teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Motril, María Ángeles Escámez, se refería a esa “sensación de cercanía, de que el EVA9 formaba y forma parte de todos los motrileños y así lo ha asumido esta ciudad a lo largo del último medio siglo”.
El comandante jefe del escuadrón, José Luis Rando Guirado, agradeció de manera expresa el apoyo y el calor brindado desde la institución municipal hacia el escuadrón, al tiempo que la trasladó a la Asociación Aeronáutica Orión y Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos, como entidades que han ensalzado y divulgado las actividades e historia del EVA 9, desde un punto cultural, social y humano. “Medio siglo de andanzas, de vivencias, de hermandad con la ciudad de Motril y el paso de cientos de jóvenes que hicieron la mili con nosotros, contribuyendo posteriormente a la formación de la tropa profesional”. Han sido “más de cuatrocientas treinta y ocho mil horas ininterrumpidas de servicio a los españoles, en el marco de una evolución social y tecnológica importantísima”, señalaba Rando Guirado para quien ha llegado el momento de “echar la vista atrás y hacer una serie de actividades que muestren toda esa evolución y el paso de tantas personas a lo largo del tiempo”. Se trata de diversas convocatorias con tres actos centrales, uno a final de julio de exaltación de las virtudes militares; la participación en el Festival Aéreo Internacional con un stand informativo o la presentación de la restauración del avión Saeta, con el máximo esplendor.
Precisamente, el presidente de la Asociación Aeronática Orión, José Miguel Pérez Juárez, el EVA 9 encierra un componente emocional incuestionable para tantos motrileños que, como él mismo, hicieron su servicio militar en ‘Aviación’. Juárez aludió al Festival Aéreo de Motril, previsto en principio para el 20 de junio, como una cita ineludible y espectacular; junto a no pocas participaciones de la asociación en la celebración del cincuentenario del EVA 9 e incluso más adelante con la intención de promover una estatua dedicada al soldado y sirvientes del escuadrón. Igualmente, desde el Aula de Pensamiento Francisco Javier de Burgos, entidad que ha venido prestando una colaboración estrecha con el escuadrón, a nivel de difusión de su historia y cultura, con exposiciones y conferencias, “se apoyará al máximo esta celebración, porque ha sido nuestra filosofía el contemplar al EVA9 como una parte fundamental de la historia de la ciudad, que debe llegar al ciudadano”, decía su representante Gerardo Martín Rodríguez quien incidió en la celebración, entre otras cosas, de las Jornadas de Cultura de Defensa que pondrán sobre la mesa aspectos llamativos, y también desconocidos, de la vinculación de la sociedad civil con el Ejército del Aire.